Luego de varias semanas de fuerte actividad sísmica en Islandia, el lunes 18 de diciembre se registró la erupción de un nuevo volcán, con un fuerte flujo de lava en las cercanías del pueblo pesquero de Grindavík, a 50 kilómetros de Reikiavik, capital de este país insular.

La entrada en actividad del volcán trajo aparejado un fuerte movimiento sísmico, así como la expulsión de magma y rocas, lo que tiñó de rojo el cielo en la noche del lunes. Desde inicios de noviembre fueron evacuados 4,000 residentes debido a la detección de decenas de miles de sismos que “anunciaban” la erupción del volcán, aunque sin tener certeza de su ubicación exacta.

Islandia es un país notorio por sus volcanes, a tal grado de ser parte de su atractivo turístico. De los 130 volcanes en Islandia, 32 son clasificados como activos.