Investigadores de Hawai han capturado imágenes dramáticas de una “columna de fuego” de lava ardiente que cae por un precipicio en el Océano Pacífico, enviando fragmentos de lava y nubes de humo gris al cielo.

Viene del volcán Kilauea de la isla grande, que está entrando en erupción desde enero de 1983.

El día de Año Nuevo, cerca de 21 acres de roca del delta de lava de Komokuna se derrumbaron.

Después de eso, “el tubo de lava expuesto continuó alimentando una cascada de roca fundida que baja por el acantilado escarpado hacia el mar,” según el Observatorio de Volvanes Hawaiano de USGS.

En las imágenes, la lava caliente que golpea el agua más fría estalla continuamente, enviando fragmentos de lava fundida y vidrio volcánico en todas direcciones. El USGS dijo que grandes ráfagas han enviado el salpicón “casi el doble de la altura del acantilado”.

La corriente de lava ha parecido estrecharse en los últimos días. Representantes del Parque Nacional han establecido un área de observación para el arroyo de lava, donde los visitantes pueden ver desde una distancia segura a través de binoculares o un teleobjetivo.

Mientras tanto, a los investigadores les preocupa que el acantilado siga siendo inestable. Están notando una grieta que se ensancha, “haciendo el sitio extremadamente peligroso para cualquier persona que se arriesgue demasiado cerca a la entrada del océano por tierra o por mar.” Los investigadores pueden escuchar ruidos de molienda procedentes de la grieta, y están advirtiendo que “podría colapsar en cualquier momento”.