Fuertes lluvias afectaron a gran parte de Oriente Medio y como consecuencia se inundaron los desiertos. Personal de Defensa Civil afirmó que en un día llovió lo mismo que en 6 años por lo que el desierto se convirtió en un mar y se pudieron registrar imágenes de camellos luchando por no ser arrastrados por la corriente de agua. Estos lugares están más acostumbrados a las sequías que a estos desastres ambientales.

En Arabia Saudita por ejemplo, las aguas arrastraron todo a su paso y causaron terror entre los habitantes. En Jordania las lluvias dejaron más de una decena de muertos y miles de evacuados.

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En Kuwait también hubo muertes a causa de las inundaciones y anunciaron que este es un fenómeno meteorológico «sin precedentes».