En los últimos días, el Partido Socialista (PSOE) de Sánchez y Unidas Podemos se sentaron a negociar en dos ocasiones, pero no lograron avanzar ni un milímetro, ya que los socialistas no quieren hablar de un gobierno de coalición, mientras la fuerza de izquierda siguió exigiendo entrar en el Ejecutivo a cambio de su apoyo.

Tras la segunda reunión, que tuvo lugar ayer, las esperanzas de que logren un pacto prácticamente se desvanecieron, debido a que ambos partidos se volvieron a lanzar reproches, y el PSOE llegó a afirmar que «no hay una vía para alcanzar un acuerdo».

«Le tiendo la mano. Nos hicieron una propuesta en el mes de julio, nosotros hicimos una contrapropuesta en agosto. Le propongo que sobre la base de esas dos propuestas nos sentemos a negociar», insistió hoy Iglesias.

El líder de la izquierda defendió la formación de una coalición apelando al reciente acuerdo que lograron en Italia el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el Partido Demócrata (PD), que dejó fuera de juego al líder xenófobo Matteo Salvini.

«Es preferible siempre una coalición que una repetición electoral», aseguró Iglesias, para luego advertir también sobre el riesgo a seguir la estrategia de Salvini, quien buscaba llevar al país a las urnas previendo un triunfo.

«La gente no ve bien cuando alguien trata de adelantar unas elecciones para sacar ventajas electorales; eso es lo que le ha pasado a Salvini, que al final no tiene tantos apoyos como creía», remarcó el líder de UP, durante una sesión parlamentaría convocada para que el presidente del gobierno informe sobre los últimos consejos europeos.

«Les puedo garantizar que no quiero elecciones, lo que quiero es un gobierno fuerte, que aborde los desafíos que tenemos desde la estabilidad parlamentaria. Pero esto no depende solamente del grupo parlamentario socialista», respondió Sánchez en su turno de réplica.

También dijo que un gobierno de coalición «no significa estabilidad» y que no hay «una única forma de entendimiento».

«Si vimos que era inviable la coalición, por qué no valora la oferta intermedia que hicimos desde el Partido Socialista. Vote de forma positiva y habrá un gobierno progresista», añadió Sánchez.

Previamente, otro de los socios necesarios de Sánchez, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) también instó al PSOE y Unidas Podemos a llegar a un acuerdo: «No es imposible», dijo el diputado Aitor Esteban.

En su primera intervención Sánchez volvió a plantear que quería gobernar en solitario, pero con apoyo parlamentario de los grupos que respalden su programa progresista, siguiendo el modelo portugués.

«España necesita grandes transformaciones, que haya consenso y que los partidos abandonen el bloqueo para respetar lo que los españoles votaron», insistió el líder socialista, quien sigue pidiendo a la derecha que se abstenga ante su investidura, la única vía que tiene para ser reelegido si no llega a un acuerdo con Unidas Podemos.