Trabajadores de administraciones públicas, servicios transportes, escuelas u hospitales se pusieron este miércoles en huelga en Bélgica convocados por los principales sindicatos del país y para pedir mejores salarios.

También se vieron afectados el servicio de correos, la recogida de basura y los centros comerciales.

En Bruselas, el transporte público se vio muy afectado el miércoles por la mañana. Por su parte la compañía de ferrocarriles anunció la supresión o modificación de varios trenes aunque se mantenía un servicio mínimo y los trayectos internacionales deberían verse poco afectados.

Skeyes, la empresa encargada del control del tráfico aéreo, anunció el martes que no autorizaría ningún vuelo de salida o llegada al país por falta de conocer exactamente los efectivos.

Los vuelos gubernamentales, militares y de urgencia sí están autorizados.

La huelga también afectará a la reunión de los ministros de Defensa de 29 países de la OTAN, prevista el miércoles, porque algunos ministros podrían llegar tarde.

Por su parte el aeropuerto más grande de Bélgica, el de Bruselas-Zaventem, pidió en un comunicado a sus pasajeros que no vayan al aeropuerto porque no habrá ningún vuelo aunque las instalaciones permanecen abiertas.

La huelga fue convocada por los tres grandes sindicatos del país, el FGTB (socialista), el CSC (cristiano) y el CGSLB (liberal) y afecta a todos los sectores, tanto el público como el privado.

Los huelguistas piden aumento de salarios, el aumento de ayudas y pensiones así como mejores condiciones para el fin de carrera.

La última huelga general en Bélgica tuvo lugar en diciembre de 2014.