El gobierno de Paraguay convocó hoy al diálogo a sectores campesinos, cuyas protestas, sumadas a las de los sindicatos de educadores, médicos y cooperativistas, amenazan con derivar en una huelga general.

Los campesinos y cooperativistas, que reclaman entre otros puntos, la condonación de deudas y la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a sus actividades, esperarán a mañana para tomar una decisión.

El Senado paraguayo debe pronunciarse sobre un proyecto de ley para «condonar deudas que ponen en riesgo la tenencia de tierras de pequeños productores de la agricultura familiar campesina cuyas fincas no excedan las 30 hectáreas», aunque es probable que el debate se postergue.

Miles de campesinos, cooperativistas, gremios médicos y ahora educadores de Paraguay se encuentran acampados desde hace diez días frente al Congreso, en el centro de Asunción, y diariamente realizan marchas y manifestaciones pacíficas.

El presidente Cartes se reunió hoy con el ministro Baruja y con su jefe del gabinete, Juan Carlos López Moreira, para analizar la cuestión y buscar fórmulas legales que permitan superar la situación.

López declaró después que la reunión que el Gobierno «siempre mantuvo que el diálogo es el mejor camino» y aseguró que siguen en esa postura.

Días atrás, Baruja aseguró que la deuda de los campesinos asciende a 500 millones de dólares, de los cuales 120 millones son con el estatal Crédito Agrícola de Habilitación y el resto con la banca privada.

La mayoría de los 2.000 campesinos concentrados frente al edificio del Congreso son pequeños productores del norte de Paraguay dedicados al cultivo de caña de azúcar, algodón o mandioca, entre otros.