El gobierno brasileño que lidera el presidente Michel Temer anunció la intención de privatizar la empresa eléctrica más grande de América Latina, Eletrobras, para aumentar la recaudación y evitar otro colapso en las metas del déficit fiscal, se informó oficialmente.

El gobierno espera recaudar unos 20 mil millones de reales (unos 6.300 millones de dólares) con la apertura de capital de Eletrobras.

«Es una operación que debe ocurrir a inicios de 2018», dijo hoy el viceministro de Minas y Energía, Paulo Pedrosa.

El modelo que será adoptado para la privatización del gigante eléctrico es similar al utilizado en la década del noventa para la venta de la constructora de aviones Embraer y la minera Vale.

La empresa tiene una deuda de unos 5.900 millones de dólares y su apertura de capital será, según publican hoy analistas del mercado financiero, una señal del ciclo de reformas encaradas por Temer, como el techo del gasto público por 20 años y la flexibilización de las leyes laborales.

«No hay espacio para aumentar las tarifas y trasladar precios al consumidor. La salida es abrir el capital y buscar inversión», dijo el ministro de Minas y Energía, Fernando Coelho Filho.

El gobierno federal reducirá su participación del 63% actual al 47% manteniendo la acción de oro (golden share), de acuerdo con el plan presentado por el gobierno.

«Están cometiendo un delito de lesa patria. Todo es para cubrir el rojo fiscal que significa el fracaso del ajuste», dijo el senador Lindbergh Farias, del Partido de los Trabajadores.

El gobierno aumentó de 44.000 a 52.000 millones de dólares la meta de déficit fiscal de este año y de 2018, con el riesgo de que varios organismos oficiales pudieran dejar de operar debido a la falta de recursos.

La baja de la recaudación fiscal de este año llevó al gobierno a revisar la meta y aumentar los combustibles.

El ministro de Economía, Henrique Meirelles, dijo en una entrevista con Folha de Sao Paulo que la opción por concesiones y privatizaciones primó frente a la propuesta de aumentar los impuestos a los más ricos para evitar el rojo fiscal o a la sugerencia de Temer de incrementar el impuesto a las ganancias de los asalariados en blanco.

«La sociedad está al límite y la reacción a aumentos de impuestos es generalizada. Por eso buscamos ingresos extras con las privatizaciones y concesiones», dijo Meirelles, que la semana pasada sostuvo que se espera recién para 2020 el fin de la era de déficit fiscal y anunció un plan de congelamiento de salarios y ascensos en los empleados públicos.

La privatización de Electrobras forma parte del plan de sociedades mixtas y concesiones que lleva adelante el brazo derecho de Temer, el secretario presidencial Wellington Moreira Franco, uno de los hombres fuertes del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB).