La empresa Tata Steel, una de las mayores siderúrgicas del mundo con sede en el Reino Unido, anunció este viernes el cierre de dos de sus altos hornos ubicados en Port Talbot, en Gales, debido a la transición hacia una producción más sostenible y respetuosa del medio ambiente, una medida que implica la pérdida de casi 3.000 puestos de trabajo.

Port Talbot, una localidad en la costa sur de Gales, fue durante mucho tiempo sede de una de las instalaciones de producción de acero más grandes del Reino Unido, y esta decisión tendrá un impacto significativo en la economía local y en la vida de sus habitantes, según los sindicatos y autoridades locales.

Bajo el programa de reestructuración propuesto por Tata Steel, se prevé el cierre gradual de los dos altos hornos de alta emisión y las instalaciones de apoyo. El primero de estos altos hornos y los hornos de coque -un combustible sólido poroso formado a partir de la pirólisis del carbón tipo hulla metalúrgico- cerrarían alrededor de mediados de este año, seguidos de una reducción progresiva de los demás activos pesados durante la segunda mitad del año. Como parte de esta transición, la empresa tiene previsto construir un nuevo horno de arco eléctrico para 2027.

Esta medida implica que hasta 2.800 trabajadores podrían ver sus empleos en riesgo en la planta de siderurgia en Gales, con alrededor de 2.500 puestos de trabajo afectados en los próximos 18 meses.

La empresa informó que tomó esta decisión después de un exhaustivo análisis y en respuesta a la necesidad de reducir las emisiones de carbono y avanzar hacia una producción de acero más ecológica.

Si bien esta medida es un paso importante en la dirección correcta en términos ambientales, no deja de ser un momento difícil para los empleados y la comunidad de Port Talbot.

Como se había advertido previamente, Stephen Kinnock, el diputado laborista por Aberavon, donde se encuentra la acería de Port Talbot, calificó esta decisión como «absolutamente devastadora».

La acería de Port Talbot es el «corazón latente de nuestra economía», dijo el diputado a la cadena de TV Sky News.

Los sindicatos también criticaron la decisión después de que la compañía rechazara los planes alternativos que presentaron el jueves pasado y advirtieron sobre el impacto devastador que esto tendrá en los empleos en el sur de Gales y el futuro de la siderúrgica en esta región.

En un comunicado oficial, expresaron su profunda preocupación por las consecuencias de esta medida y manifestaron su determinación en defender los derechos de los trabajadores.

«La empresa desestimó nuestras propuestas alternativas, lo que nos deja con un sabor amargo ante esta decisión. Nuestro objetivo era encontrar una solución que permitiera mantener empleos y salvaguardar el futuro de la industria del acero en esta región», declaró el portavoz sindical John Smith.

Los trabajadores del acero serán consultados en las próximas semanas para determinar cómo responder a esta situación, y aunque no se ha descartado la posibilidad de tomar medidas gremiales, los sindicatos están dispuestos a explorar todas las opciones antes de llegar a esa instancia.

Por su parte, el sindicato Unite, advirtió que utilizará todos los recursos a su disposición, incluido su fondo de huelga de 30 millones de libras (unos 38 millones de dólares), para luchar contra las pérdidas de empleo y garantizar los derechos de los trabajadores en esta difícil situación.