El Aeropuerto Jose Martí de La Habana, capital de Cuba, un país que supo ser declarado ateo entre 1976 y 1992 (ahora es laico), fue la sede de un encuentro histórico entre los líderes de las dos más grandes fracciones del cristianismo desde su fraccionamiento en 1054.

El papa Francisco y el patriarca ruso Kirill se recibieron con abrazos y afectuosos saludos antes de llevar a cabo su charla ante la gran cobertura periodística. “Finalmente nos encontramos. Somos hermanos”, le dijo el argentino apenas lo encontró, agregando que “está claro que este encuentro es la voluntad de Dios”,

La reunión comenzó a las 14.25 hora cubana, unos veinticinco minutos más tarde de que el papa arribara a la capital y unas tres horas antes de que emprendiera viaje rumbo a México, donde realizará su duodécimo viaje apostólico.

Los líderes religiosos realizaron un llamado a la “unidad”, a la vez que firmaron una declaración conjunto de treinta puntos tras el encuentro en el aeropuerto de La Habana, después de dos horas de charla.

“Siendo conscientes de muchos obstáculos que hay que superar, esperamos que nuestro encuentro contribuya a la obtención de la unidad mandada por Dios», aseguraron. Una de las principales preocupaciones que expresaron fue el avance del islamismo radical y la persecución que sufren los cristianos en distintas partes del mundo.

Al respecto, el documento indica: “Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio. Levantando nuestras voces en defensa de los cristianos perseguidos, también solidarizamos con sufrimientos de seguidores de otras tradiciones religiosas».

Individualmente, Francisco sostuvo ante la prensa tras el encuentro que entre ambos hablaron de sus iglesias, y que coincidieron en que “la unidad se hace caminando”, y que se habló “claramente, sin medias palabras”. “Yo les confieso que he sentido la consolación del espíritu en este diálogo”, finalizó.

Kirill, por su parte, resaltó con seguridad  que «las dos iglesias pueden cooperar protegiendo a los cristianos en todo el mundo».

Esta reunión fue el primer encuentro entre un papa católico y un patriarca ortodoxo ruso desde el cisma de 1054. Entre ambos, representan a unos 1.330 millones de cristianos en el mundo, entre católicos (la gran mayoría) y ortodoxos rusos.

El Sumo Pontífice fue recibido por el presidente Raúl Castro, quien ofició como anfitrión y facilitador del acercamiento.

Francisco luego de la reunión partió rumbo a lo que será su séptima visita a un México azotado de problemas con el narcotráfico y la corrupción, mientras que por su parte Kirill permanecerá en Cuba hasta el domingo, cuando realizará una gira de 11 días en donde visitará Brasil y Paraguay.