El papa Francisco abrió hoy la Puerta Santa de un centro de Cáritas que alberga a 200 personas por noche, en el primero de los «gestos especiales» que tendrá un viernes al mes durante el Año Santo, y aseguró allí que «la entrada al cielo no se paga con dinero».

«Que el Señor haga entender que el camino de la suficiencia, la riqueza, la vanidad, el orgullo, no son caminos de salvación. La entrada al cielo no se paga con dinero», sostuvo Francisco apenas pasadas las 16 de Roma (12 de Argentina), cuando llegó hasta la estación central de trenes de Roma, Termini, para abrir la Puerta Santa de la Caridad en dos estructuras de Caritas.

Así, el sumo pontífice saludó a los residentes del hostal Don Luigi di Liegro y del comedor San Juan Pablo II, en el primero de los «gestos especiales» que tendrá un viernes de cada mes durante el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que comenzó el pasado 8 de diciembre y se extenderá hasta el 20 de noviembre de 2016.

«Hoy rezamos por Roma, para todos los habitantes de Roma, para todos, empezando por mí, para que el Señor nos dé la gracia de sentirnos rechazados, porque nosotros no tenemos ningún mérito, sólo él nos da la misericordia y la gracia, y para estar más cerca de la gracia que necesitamos para acercarnos a los rechazados, los pobres y los necesitados», expresó Francisco durante la celebración.

Tras el rito de la apertura de la Puerta Santa se realizó una procesión que concluyó con la Eucaristía celebrada por el pontífice, en la que participaron exclusivamente los huéspedes de los centros de acogida de la Cáritas diocesana, acompañados por voluntarios y operadores, que al finalizar cantaron el feliz cumpleaños a Francisco, quien ayer cumplió 79 años.

«Que los romanos entiendan que el camino de la salvación no pasa por medio del lujo o del poder», agregó.

El hostal Don Luigi di Liegro y el comedor San Juan Pablo II son dos estructuras de acogida para personas sin techo: el primero hospeda a 195 personas cada noche y al comedor van 500 personas por la tarde, detalló el Vaticano.