Desde el Gobierno francés se propuso que el uso del pasaporte sanitario dentro del país, que se necesita tanto para acceder a bares como espacios de ocio y transporte de larga distancia, sea extendido hasta el 31 de julio del próximo año, 2022.

Así lo señaló el portavoz del Ejecutivo, Gabriel Attal, quien aseguró que el documento «no será eterno», y no se trata tanto de «prolongar» su uso hasta el 31 de julio, sino de «tener la posibilidad de utilizarlo», informó la agencia de noticias francesa AFP.

El pasaporte sanitario es obligatorio desde el verano boreal en lugares que acogen más de 50 personas, así como en bares, restaurantes, hospitales y grandes centros comerciales.

Su aplicación desató una ola de protestas semanales, que en el último tiempo fue perdiendo fuerza pero que este sábado congregó unas 45.000 personas en la 13° semana consecutiva de manifestaciones.

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Aunque su prolongación busca incitar a vacunarse al cuarto de los franceses que todavía no completaron su pauta de inmunización, la oposición política en Francia denunció su duración, a seis meses de la elección presidencial de abril.

Los ciudadanos de Francia pueden obtener el documento si están completamente vacunados contra el coronavirus o con un test negativo.

A partir del viernes, esta prueba será pagada para aquellos que no estén inmunizados.