El Gobierno de Francia dijo este jueves que existe activa circulación del coronavirus en una quinta parte de las regiones del país y que permitirá a sus autoridades imponer restricciones locales para evitar otra cuarentena nacional, en pleno repunte de la enfermedad.

Pese al resurgimiento del coronavirus, el Gobierno del presidente Emmanuel Macron mantiene sus planes de reabrir todas las escuelas del país la semana próxima y de permitir el retorno de los trabajadores a sus puestos luego de las vacaciones de verano.

«Francia debe hacer todo lo posible para evitar un nuevo confinamiento», dijo a periodistas el primer ministro, Jean Castex, citado por Radio France.

Castex dijo que 21 de los 101 departamentos administrativos de Francia fueron declarados «zona roja», con alta circulación del virus, y que sus autoridades podrán restringir movimientos o reuniones en caso de considerarlo necesario.

El sureste del país y la región parisina y sus alrededores concentran el foco de las alertas. París y Bouches du Rhône, cuya capital es Marsella, ya estaban tachadas como lugares de riesgo desde mediados de agosto

La decisión se tomó ante un aumento evidente de los contagios.

Autoridades notificaron este miércols 5.429 casos diarios, frente a los 1.000 a finales del confinamiento en mayo, y la tasa de incidencia es de 39 positivos por cada 100.000 personas, un nivel cuatro veces mayor que hace un mes.

Castex subrayó que «esos indicadores muestran que la epidemia gana terreno y que hay que intervenir o seguir haciéndolo de forma masiva», con una estrategia basada en la prevención, la ruptura de la cadena de contagios y una actuación local.

En París, donde el tapabocas es obligatorio desde el 10 de agosto en las zonas más concurridas, su uso se quiere extender a toda la capital, avanzó Castex en su primera gran rueda de prensa dedicada a la crisis sanitaria desde que asumió el cargo en julio.

Francia registró hasta ahora más de 291.000 casos de coronavirus y 30.549 muertes.