La Asamblea Nacional francesa ha aprobado de forma definitiva una ley contra la violencia sexual que, además de endurecer las penas por los abusos contra menores y retrasar la prescripción de ciertos delitos, penaliza por primera vez el «acoso en la calle» con multas de hasta 750 euros.

El proyecto, aprobado sin ningún voto en contra a última hora del miércoles, forma parte de las promesas legislativas del Gobierno de Emmanuel Macron y aspira a «cambiar la sociedad, a rebajar la tolerancia ante las violencias sexistas y sexuales», en palabras de la secretaria de Estado de Igualdad, Marlène Schiappa, artífice y principal impulsora del texto legislativo.

Entre las principales novedades que incluye la ley, el «acoso en la calle» será castigado con multas que podrán oscilar entre los 90 y los 750 euros, en un intento por evitar prácticas abusivas contra las mujeres en la vía pública, no necesariamente física. Si se trata de un comportamiento reiterativo, la sanción podría alcanzar los 3.000 euros. Schiappa ha admitido que no puede haber «un policía detrás de cada mujer», pero sí ha anticipado que habrá multas en caso de «delito flagrante». Es la primera vez que Francia castiga este tipo de comportamiento.

Otra de las prácticas nunca antes consideradas punibles en el país galo y que queda recogida en el texto aprobado es la de fotografiar o grabar por debajo de la falda de una mujer sin su consentimiento. Esto conllevará una multa de 15.000 euros y un año de prisión.

«Hay que fijar una prohibición social clara y decir que las leyes de la República prohíben ofender a las mujeres en el espacio público», ha subrayado la secretaria de Estado en una entrevista a la emisora Europe 1.

Escándalo difundido en video

La reforma ha tomado el impulso definitivo al coincidir con el debate abierto en Francia por la publicación de un vídeo en el que un hombre golpea a una joven en plena calle de París después de que ésta respondiese a comentarios obscenos. Las imágenes fueron difundidas por la propia víctima, Marie Laguerre. La afectada pidió al hombre que se callara después de que se dirigiera a ella con connotaciones sexuales, y éste la respondió cogiendo un cenicero de una terraza lleno de clientes y arrojándoselo. La víctima plantó cara al agresor y le pidió explicaciones, y él le propinó una fuerte bofetada ante la que reaccionaron las personas que estaban sentadas en la cafetería para defenderla.

El texto aprobado finalmente por el Parlamento incluye cambios con respecto al proyecto inicial, según el cual se asumía que los menores de 15 años no podían dar su consentimiento para mantener relaciones sexuales con una persona mayor. El Consejo de Estado advirtió que la primera versión podría ser considerada inconstitucional.

La ley también da a las víctimas menores diez años más de margen -hasta un total de 30- para denunciar los abusos, tomando como referencia el día en que hayan cumplido la mayoría de edad.