El jueves 19 de enero se trató en el Foro de Davos, uno de los aspectos más dicutidos en los últimos meses en el mundo laboral, la jornada de 4 días laborables a la semana. ¿Es posible?¿Cuáles fueron las posturas del debate?.

La sesión empezó con una cálida bienvenida por parte Psicólogo Organizacional Adam Grant a la reducida audiencia que participó del evento. Grant sacó el tema no tan solo observando que estaba “encantado de tener la oportunidad de discutir este tema apremiante con un panel que tiene mucha pericia y experiencia”, sino también preguntando a su audiencia: “¿cuántos de ustedes trabajan cuatro días a la semana?, ¿cuántos quisieran trabajar menos horas por semana?, ok, vamos a tratar de que algunos de ustedes cambien sus ópticas y comportamientos”.

A dicho interrogatorio le gregó un estudio del Reino Unido (conducido por la socióloga del trabajo Juliette Shore) en el que decenas de empresas participaron durante seis meses trabajando cuatro días por semana. Grant observó que “los resultados son bastante alentadores”, y planteó que una semana de cuatro días de trabajo es una respuesta al agotamiento, el estrés y la ansiedad que sufre el personal, todos factores que “disminuyen el ritmo de trabajo”. También notó que en el estudio en comparación con ese mismo momento el año anterior se observaron algunas ganancias de productividad, dado a que “la satisfacción es mayor al conciliar la vida laboral con la vida personal, la gente tiene más tiempo para hacer más ejercicio, más tiempo para ocio, y pasatiempos, incluso duermen mejor cuando trabajan menos”.

Sería mejor la semana de cuatro días porque eso significaría que las mujeres avanzarían, tendrían más independencia laboral, y los hombres cuidarían más a los niños pequeños, a seres queridos mayores, cuidado informal que hoy recae en los hombros de las mujeres

La primer panelista consultada por Adam Grant fue, la Ministra de Asuntos Sociales y Empleo de los Países Bajos, Karien van Gennip, quién respondió “Pienso que quiero poner esto en una perspectiva más amplia, porque estamos enfrentando desafíos enormes, el envejecimiento de la población, el incremento de los costos de los servicios de salud. Todavía no está claro porque al mismo tiempo enfrentamos (en Países Bajos) un récord de bajo desempleo, y al mismo tiempo tenemos un millón de personas que todavía no están trabajando. En realidad, tenemos un rompecabezas en el mercado laboral de hoy. Y si se mira a Países Bajos tenemos un montón de hombres trabajando cinco días a la semana, y un montón de mujeres trabajando dos o tres días por semana. Entonces, para mí personalmente sería mejor la semana de cuatro días porque eso significaría que las mujeres avanzarían, tendrían más independencia laboral, y los hombres cuidarían más a los niños pequeños, a seres queridos mayores, cuidado informal que hoy recae en los hombros de las mujeres”.

Karien van Gennip destacó que “en especial se observa un empuje en la generación más joven por una mayor flexibilidad”, y subrayó que a su entender “la semana con cuatro días de trabajo puede ser una de las respuestas”, pero agregó que “una semana de trabajo de cuatro días tampoco es flexible”. Y planteó que “tal vez la flexibilidad tenga que ver con el hecho de que una persona pueda elegir trabajar algunas horas al comienzo del día”, o que “puede haber casos de personas que quieran trabajar tres meses full time, y tres meses no”.

“Este es el tipo de cuestiones que debemos analizar en los próximos 10 años, como gobiernos y como organizaciones comerciales”, añadiendo que es “una discusión que se debe tener en los trabajos de clase alta”, debido a que en los trabajos donde se brindan servicios es más difícil realizar cambios así, observó van Gennip.

Como estadounidense, el psicólogo Grant  reconoció que Europa es puntera en este tema de la semana de cuatro días, al respecto consultó al segundo panelista, el ejecutivo Sander van ‘t Noordende, director general de la empresa holandesa de RRHH Randstad, sobre “cuál es la demanda por la semana de cuatro días”.

“Yo doy mi opinión no en relación a Países Bajos, sino como directivo de una empresa de alcance global. Esto es un imperativo del negocio, porque el talento es un imperativo, y uno empieza casi a atender a los talentos como a sus clientes” observó el ejecutivo, en este tiempo “todos en pequeña o gran medida conocimos la flexibilidad”, “es muy bueno, uno puede decidir cuándo se trabaja, dónde se trabaja, cómo se trabaja, uno puede agregar su vida de trabajo a su vida personal. Eso es algo muy importante que la gente está esperando también. Como esto es un imperativo de los negocios, esto debe prevalecer, pero no me referí al cómo, y decir esto es un imperativo nada más no es suficiente”.

Sander van ‘t Noordende agregó que “en Randstad se habla de flexibilidad con intencionalidad”. “Y flexibilidad con intencionalidad quiere decir, bueno, miremos qué es lo que debemos hacer en la empresa, si uno pertenece al departamento de finanzas, debe estar presente, entonces primero se hace lo que se tiene que hacer para que el negocio crezca”, “si se está en el departamento de marketing y se comienza una nueva campaña, esos son los días en los que se debe estar en la oficina” y luego comentó “dentro de eso hay veces que la gente debe estar en la oficina, según el sector, pero que de común acuerdo en las distintas oficinas cada grupo decide cómo manejarse acorde a lo que el grupo tenga que hacer”, “Randstad tiene unos 50.000 empleados a nivel mundial” por lo que “él no puede decidir por ellos, cada equipo debe decidir a nivel local qué hacer, pero no necesariamente deben estar todos al mismo tiempo en las oficinas” observó el ejecutivo.

A Christy Hoffman, Secretaria General de UNI Global Union (la federación sindical mundial de las industrias de servicios que representa a más de 20 millones de trabajadores en 150 países) Grant le preguntó, “Christy estás en contacto con los sindicatos, sentís el pulso de lo que quieren los trabajadores, ¿qué estás escuchando por ahí sobre el interés en la semana de cuatro días de trabajo?”

“Nadie está hablando de la semana de cuatro días” le respondió Hoffman de forma tajante. Grant la interrumpió diciéndole que <estamos hablando de eso ahora>. “Bueno, pero cuando me decís qué es lo que escucho por ahí yo te puedo responder que flexibilidad es una mega palabra, es como algo que todos quieren, menos horas de trabajo para algunos, pero no todos” le contestó la representante sindical. La Secretaria General de UNI Global Union expandió su respuesta explicando que hay tantos cuadros como actividades humanas, y cada situación es única. “Por ejemplo, nosotros representamos a los empleados de almacenes, y por lo general ellos quieren trabajar más horas, pero también quieren saber cuándo van a trabajar la siguiente semana, cuándo podrán dedicarse al cuidado de sus hijos, cuándo podrán llevar a sus hijos al médico, y eso no se puede saber cuando todas las cosas las decide un algoritmo que gerencia todo de manera que los empleados ya no saben si trabajarán cada martes y jueves. Por lo tanto, ahí está el tema de lo que predice el algoritmo, y en consecuencia, ellos no saben su disponibilidad horaria”.

“Y por eso el tema de las horas es importante para la gente que brinda servicios de cuidado de salud, para aquellos con ingresos bajos, y en particular mujeres en almacenes”. Hoffman añadió que “están los que trabajan solo en temporadas de producción, y deben trabajar 15 o 16 horas y deben descansar unas 8 o 9 hs”.

En cuanto a Amazon y la semana de cuatro días, Christy Hoffman advirtió que “aquellos empleados (sindicalizados) que trabajan en Amazon cuatro días por semana, no quieren volver al sistema de cinco días, prefieren tener fines de semana de tres días, pero es realmente difícil trabajar 10 horas por día”.