Los familiares de Alton Sterling, el hombre negro al que dos policías blancos dispararon y mataron a quemarropa el martes en Luisiana, llamaron hoy a la calma tras la matanza en Dallas que dejó cinco policías muertos y ocho heridos, durante una protesta por la violencia policial contra los afroamericanos.

«Creemos que los policías que violan la confianza pública y su formación no se deben tomar como representativos del sistema judicial del país», dijo en un comunicado la familia de Sterling, quien murió por disparos a quemarropa de agentes que ya lo habían reducido en el suelo fuera de un local comercial en Baton Rouge, capital de Luisiana.

«Responder a la violencia con más violencia no es una solución», dijeron los familiares sobre el caso que tiene conmocionado al país, producido en el marco de una marcha en la que la muerte de Sterling era el principal motivo, según informó la agencia de noticias EFE.

La familia admitió en el comunicado que «las fuerzas policiales tienen un trabajo muy difícil y la amplia mayoría se comporta de forma honorable, protegen y sirven a nuestras comunidades».

«Independientemente de cuán enfadados y afectados estemos, la recurrencia a este tipo de violencia enfermiza nunca debe suceder y simplemente no se puede tolerar», se agrega en el comunicado.

La matanza de Dallas se produjo tras más de un año en el que se han producido repetidos episodios de tensión racial, especialmente tras la muerte del joven negro Michael Brown, en Ferguson (Misuri), en agosto de 2014, a manos de un agente blanco que luego fue exonerado de todos los cargos.