Venezuela, sumida en una escasez que provoca colas de hasta tres días en las estaciones de servicio, corre el riesgo de quedar sin combustible debido a la caída de su producción petrolera y a las dificultades crecientes para importar naftas e insumos para refinar el crudo local, advirtieron hoy expertos.
Los especialistas atribuyeron la situación al manejo del monopolio petrolero estatal Pdvsa y a las sanciones impuestas últimamente al país por Estados Unidos, de donde Venezuela importaba diluyentes para refinar su crudo.
Desde hace al menos una semana, la prensa local y las redes sociales reportan colas de kilómetros y esperas de hasta tres días ante estaciones de servicios en la mayoría de los estados del país.
Pese a que la petrolera estatal Pdvsa aseguró este fin de semana que se trata de “fake news” (noticias falsas) y que tiene “capacidad de suministrar la gasolina que necesita la nación”, el gobierno desplegó este fin de semana efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militar) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) para mantener el orden en las estaciones de servicio.
“Hoy los venezolanos están durmiendo en las estaciones de servicio esperando para llenar el tanque cuando hace 20 años Venezuela exportaba gasolina al mundo”, afirmó el secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo de Venezuela (Futpv), Iván Freites.
El dirigente denunció que “no hay gasolina, gasoil ni aceites lubricantes para el pueblo pero sí para el contrabando”, pues “más de 110 camiones diarios pasan por las fronteras venezolanas y 50.000 barriles diarios se envían al régimen cubano”.
La producción venezolana de petróleo, que llegó a ser de 3,26 millones de barriles diarios en 2008, cayó a 732.000 barriles este año, según datos de la petrolera estatal Pdvsa citados por el economista Hermes Pérez.
A juicio de Pérez, “el mal manejo de Pdvsa propició su desplome productivo y su deterioro financiero”, lo que se refleja en que la compañía pasó de registrar utilidades por 34.597 millones de dólares en 2011 a pérdidas por 6.172 millones en 2015, y su deuda creció de menos de 20.000 millones de dólares en 2007 a unos 100.000 millones en 2018.
El economista especializado en petróleo Luis Oliveros afirmó que “la falta de inversión, el nulo mantenimiento, la corrupción y el éxodo masivo de trabajadores capacitados llevaron a las refinerías venezolanas a un estado de deterioro y abandono tal que ahora prácticamente no procesan gasolina”.
Según un informe interno de Pdvsa citado por el diario Tal Cual, el Complejo de Refinación de Paraguaná (CRP), el mayor del país, procesa actualmente 10,6% de su capacidad instalada y la refinería Cardón está “completamente paralizada”.
Freites advirtió que “prácticamente no se está produciendo nada; la refinería de Amuay (la principal del CRP) está procesando una gasolina no terminada, de muy bajo octanaje, que habría que mezclarla, pero no hay componentes en Venezuela”.
El economista y diputado antichavista José Guerra sostuvo en Twitter que Venezuela tiene capacidad para refinar 1,1 millón de barriles diarios de petróleo pero procesa actualmente 120.000 barriles y debe importar 80.000 barriles para satisfacer el consumo interno, de 200.000 barriles diarios.
Por otra parte, las sanciones que Estados Unidos impuso en enero pasado a Pdvsa le impidieron continuar importando diluyentes para refinar el crudo venezolano, que es extrapesado, o directamente combustibles.
“La escasez de gasolina es un problema que no se va a solucionar rápido”, sostuvo Oliveros, días después de que su colega Rafael Quiroz advirtiera que “si no se resuelve la importación de al menos 39.000 barriles de nafta diarios, Venezuela corre el riesgo de quedarse sin combustible”.