La Policía Federal brasileña detuvo al ex presidente de Petrobras Aldemir Bendine, que había sido nombrado al frente de la petrolera estatal con la misión de sanearla tras el inicio de la Operación Lava Jato.

Bendine es el primer ex presidente de Petrobras encarcelado en el marco de esa investigación que desde 2014 se tradujo en duras condenas o en graves acusaciones contra decenas de políticos de casi todos los partidos y de empresarios de alto rango, implicados en una vasta red de sobornos.

Había sido nombrado para el cargo en febrero de 2015, casi un año después del inicio de la operación, una de las mayores del mundo contra la corrupción. Y permaneció en funciones hasta mayo de 2016. Previamente, de 2009 a 2015, había sido presidente del también estatal Banco do Brasil.

Según el Ministerio Público y la Policía, Bendine es sospechoso de haber recibido en 2015 tres millones de reales (885.000 dólares al cambio promedio de ese año) para favorecer a la constructora Odebrecht, en el centro del escándalo Petrobras.

Tres personas fueron detenidas en el operativo, que incluyó además una docena de registros en los estados de Pernambuco (noreste), Rio de Janeiro, Sao Paulo (sudeste) y en la capital, Brasilia.

Los sobornos se entregaron en tres parcelas de un millón de reales cada uno y los pagos «solo se interrumpieron con el encarcelamiento del entonces presidente del Grupo Odebrecht», Marcelo Odebrecht, en junio de 2015.

Antes de estar al frente de Petrobras, Bendine trató de chantajear a Odebrecht en tanto que presidente del BB, según la fiscalía.

«Bendine, aún como presidente del Banco do Brasil, solicitó un soborno de 17 millones de reales de Odebrecht», detalló el fiscal de la República Athaide Ribeiro Costa en una rueda de prensa en Curitiba.

La empresa denegó el pedido, pero el funcionario volvió a solicitar dinero al saber que sería nombrado al frente de Petrobras, con el argumento de que en ese cargo estratégico «podría perjudicar a la constructora», añadió el fiscal.