Golpes de calor e incendios forestales. Dos situaciones que desde hace más de una semana golpean a la mayoría de países del sur de Europa. Entre ellos, España, Portugal, Francia, Grecia, Croacia e Italia. En medio de la ola de calor más intensa de los últimos 20 años, los bomberos continúan luchando por controlar los enormes incendios. Las altas temperaturas se han cobrado, tan solo en Portugal, la vida de 659 personas en la última semana. Y en España al menos 360 residentes también han muerto por este motivo.

El Ministerio de Salud de Portugal señaló que el pico semanal, con 440 fallecimientos, fue alcanzado el pasado jueves 15 de julio, cuando las temperaturas superaron los 40 °C en varias regiones y llegaron hasta los 47 °C en el distrito de Viseu, en el centro del país.

No obstante, durante este fin de semana, los registros comenzaron a bajar, marcando este domingo 17 de julio los 29 °C en Lisboa, la capital, en el oeste del país y los 28 °C en Faro, en el sur. En tanto, en Viseu, descendió a los 34 °C. Aunque se trate del verano, las temperaturas siguen siendo más altas de lo usual, un fenómeno que los científicos atribuyen a la crisis climática.

Entretanto, localidades de este país y de naciones vecinas siguen luchando contra decenas de incendios forestales. Las autoridades explican que muchas de las deflagraciones son causadas ​​por rayos o por accidente e incluso algunas son provocadas intencionalmente.

Sin embargo, las condiciones de sequía en la Península Ibérica la han hecho particularmente susceptible a los focos de fuego, en medio de una masa de aire caliente que provino desde África la semana pasada.

Por causas directamente relacionadas con las llamas, las autoridades portuguesas reportaron una muerte. Se trata de un piloto de un avión de extinción de incendios, cuya aeronave se estrelló el viernes 15 de julio.

España informa al menos 360 fallecidos por la ola de calor

El Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad español, informó que 360 personas han fallecido por motivos relacionados con las altas temperaturas, entre el domingo 10 y el viernes 15 de julio. Las cifras del fin de semana no han sido confirmadas de forma oficial, por lo que el número de muertes podría ser mayor.

Desde el 10 de julio, la tendencia ha sido ascendente, con 15 muertos esa jornada y prácticamente el doble, 28, en la siguiente; mientras que el martes 12, fallecieron 41 ciudadanos, 60 el miércoles 13, y 93 el jueves 14.
La muerte de un barrendero tras sufrir un golpe de calor mientras trabajaba ha llevado al Ayuntamiento de la capital del país a dar la opción a esos empleados de operar al final de la tarde para evitar las horas bajo el sol más intenso.

En los últimos siete días, este país ha estado experimentando una ola de calor con temperaturas máximas de 45 °C en algunas localidades como Extremadura en el oeste, Sevilla en el sur, o Ávila al noroeste de Madrid. Aunque este domingo, en esas zonas, el termómetro bajó entre los 35 y 38 grados centígrados.

Si bien la nación ha notado un descenso de la temperatura este fin de semana y se espera que el actual pico de calor termine entre hoy y mañana, las autoridades meteorológicas advierten que no será el último.

Los incendios forestales se extienden en España

En medio de las intensas temperaturas, los equipos contra incendios refuerzan sus labores. Los bomberos apoyados por las brigadas de emergencia de las Fuerzas Armadas intentan sofocar decenas de deflagraciones que consumen bosques repartidos por todo el país.

El Departamento de Defensa Nacional de España indicó que la mayoría de sus aviones de extinción de incendios se han desplegado. Pero muchas áreas afectadas están en zonas montañosas, lo que dificulta el acceso de las cuadrillas de tierra.

En la provincia de Málaga, los incendios forestales se extendieron durante la noche del sábado 16 de julio y afectaron a los residentes cerca de Mijas, una ciudad popular entre los turistas del norte de Europa.
Los jubilados británicos William y Ellen McCurdy tuvieron que escapar rápidamente de su casa y fueron trasladados a un polideportivo local con otras personas evacuadas.

«Fue muy rápido (…) No lo tomé demasiado en serio. Pensé que lo tenían bajo control y me sorprendió bastante cuando parecía que se movía hacia nuestra dirección y luego nos dijeron que nos fuéramos. Así que tuvimos que dejar muchas cosas atrás», explicó William, de 68 años.

Mari Carmen Molina, concejala local de Alhaurín de la Torre, uno de los pueblos evacuados en el sur de España, señaló que le preocupa que las casas de los residentes puedan ser destruidas por las llamas. «Es terrible. Es una situación muy difícil», subrayó.

Algunos fuegos llevan varios días activos, como el registrado en Las Hurdes, Extremadura, el cual se extendió a la provincia de Salamanca, en la región de Castilla y León, lo que obligó a la evacuación de varios campamentos. Esa comunidad autónoma ha registrado 165 incendios en la última semana.

En Cataluña, en el noreste, se vive una situación similar en localidades como El Pont de Vilomara, donde el fuego calcinó al menos 440 hectáreas de bosque, incluido un parque natural, y obligó a evacuar a los residentes de las viviendas más próximas a las llamas.

Hasta el momento, las autoridades españolas no registran muertes relacionadas con los incendios.