Las solicitudes de beneficios por desempleo en Estados Unidos aumentaron sorpresivamente la semana pasada a 770.000 personas, el nivel más alto desde mediados de febrero, con lo que en la actualidad las ayudas económicas suman más de 18,2 millones, según informó este jueves en Washington el Departamento de Trabajo.

Los reclamos iniciales en los programas estatales regulares aumentaron en 45.000 a 770.000 en la semana que terminó el 13 de marzo.

Si se incluyen los programas federales separados que están destinados a ayudar a los trabajadores desplazados por la crisis de la pandemia, 18,2 millones de estadounidenses estaban recibiendo algún tipo de ayuda por desempleo en la semana del 27 de febrero, 1,9 millones menos que la semana anterior.

Los pedidos iniciales de subsidios ponen en relieve cómo el mercado laboral todavía está lidiando con cierres de empresas y problemas de salud.

Los estados con mayores aumentos en las solicitudes iniciales la semana pasada fueron Texas, Illinois y Virginia. Mientras tanto, Ohio registró la mayor disminución.

Ningún factor por sí solo explica completamente el nivel aún alto de solicitudes semanales de ayuda estatal por desempleo.

Las cifras se han visto empañadas por retrasos en el procesamiento y por evidencia de fraude a nivel estatal.

Además, la expansión de los beneficios de desempleo federales suplementarios probablemente alentó a más estadounidenses desempleados a solicitar ayuda.

También el severo clima invernal del mes pasado elevó las solicitudes de desempleo en Texas, al tiempo que California informó de un aumento en las solicitudes debido a despidos en bares, restaurantes, minoristas y otras empresas de servicios, todos los cuales se vieron muy afectados por la pandemia.

De todas formas, con la aceleración de las vacunas, aumentan las esperanzas de que los estadounidenses viajen, compren, salgan a comer y gasten más libremente después de un año de restricción inducida por el virus.

Los datos se corresponden con el período de la encuesta para las cifras mensuales de desempleo del Departamento de Trabajo y podrían marcar la pauta para el informe de empleo de marzo.

Mientras tanto, el Banco de la Reserva Federal de Filadelfia dijo que su indicador de fabricación en la región saltó al nivel más alto desde abril de 1973, lo que indica una fortaleza adicional entre las fábricas, según consigna la agencia Bloomberg.

El informe también mostró más signos de presión inflacionaria, ya que una medida de los precios pagados avanzó al nivel más alto en más de cuatro décadas.

La recuperación “sigue siendo desigual y lejos de ser completa”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante una conferencia de prensa.

“Hay 10 millones de personas que necesitan regresar al trabajo y tomará algún tiempo para que eso suceda. No va a suceder de la noche a la mañana”, dijo Powell.