El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, prometió este viernes trabajar para reconstruir la confianza con Francia, el aliado más antiguo de Estados Unidos, tras una reunión con el canciller francés, Jean-Yves Le Drian, en el marco de la crisis diplomática desatada por el acuerdo tripartito Aukus.

Los jefes de las diplomacias estadounidense y francesa se reunieron durante la noche de este jueves con el objetivo de reparar los lazos bilaterales, luego que París exigió acciones para calmar su enojo tras la cancelación de una compra de submarinos galos.

El acuerdo de la discordia, Aukus -firmado por Estados Unidos, Reino Unido y Australia- que busca neutralizar la influencia china en esa región biogeográfica, hizo que Australia cancelara la semana pasada un contrato multimillonario para adquirir submarinos convencionales franceses, y comprar las versiones nucleares estadounidenses.

Blinken, quien creció en París y habla francés fluido, lució arrepentido cuando habló con los reporteros este viernes -un día después de la reunión a puerta cerrada-, que tardó una hora, en la misión francesa de la ONU, reportaron medios de comunicación locales.

Expresó su respeto personal por Le Drian y, reiterando una declaración de la Casa Blanca, dijo que el episodio se habría «beneficiado de consultas abiertas entre aliados».

Blinken prometió trabajar para reconstruir la confianza con Francia, el aliado más antiguo de Estados Unidos, y señaló intereses compartidos, incluida la campaña francesa contra el grupo islamista radical Estado Islámico (EI).

Le Drian, después de días de dar la espalda, se reunió al margen de la Asamblea General de la ONU con Blinken para hablar sobre la peor crisis de relaciones entre los aliados desde la guerra de Irak.

El canciller francés le dijo a Blinken que la conversación telefónica del presidente estadounidense, Joe Biden, un día antes con su homólogo francés Emmanuel Macron, había sido el comienzo de un «proceso de reparación de la confianza».

«Recordó que se había dado un primer paso con la llamada entre los dos presidentes, pero subrayó que resolver la crisis entre los dos países tomaría tiempo y requeriría acciones», señala un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia.

Le Drian acusó a Australia de apuñalar por la espalda y a Estados Unidos de traición, y calificó la maniobra como una reminiscencia de la actitud unilateralista del predecesor de Biden, Donald Trump.

La crisis diplomática a varias puntas fue amainando al calor de sucesivas reuniones bilaterales con las partes involucradas.

Este jueves, el primer ministro australiano, Scott Morrison, admitió que el presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró distante con él tras, pero prometió que tendrá paciencia para restaurar las relaciones bilaterales.

«Australia decidió no proseguir con un contrato de defensa muy importante. Y sabemos que Francia está decepcionada por esta decisión, lo que es comprensible», declaró Morrison.