Estados Unidos anunció este martes que está dispuesto a levantar las sanciones económicas que impuso a Venezuela a cambio de que en este país se inicie una transición institucional de la que no formen parte ni el presidente Nicolás Maduro ni el mandatario interino designado por el parlamento, Juan Guaidó.

El plan -que fue bien recibido por Guaidó y rechazado por el chavismo- contempla la creación “inmediata” de un “gobierno de transición” nombrado por legisladores de todos los sectores y la realización de elecciones presidenciales en un plazo de seis a doce meses, informaron el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el representante especial para Venezuela, Elliott Abrams, en conferencia de prensa en Washington.

La propuesta, llamada “Marco para la transición democrática en Venezuela” y publicada íntegramente en el sitio web del Departamento de Estado, tiene 13 puntos y prevé que durante su eventual ejecución, las autoridades militares -incluido el ministro de Defensa-, regionales y municipales continuarán en sus cargos.

La “hoja de ruta” postula “el pleno retorno de todos los miembros” de la Asamblea Nacional (AN), el parlamento de mayoría antichavista que tiene muchos de sus integrantes exiliados y algunos presos, así como el restablecimiento de “todos los poderes” que la Constitución le otorga a ese cuerpo y la disolución de la Asamblea Constituyente que solo integran chavistas y se autodeclaró plenipotenciaria.

Asimismo, sostiene que “todos los presos políticos” deben ser “liberados de inmediato” y que “todas las fuerzas de seguridad extranjeras” deben irse de Venezuela “de inmediato a menos que estén autorizadas por tres cuartas partes de los votos de la AN”.

No lo especifica, pero probablemente se refiera a militares y agentes de inteligencia cubanos, cuya presencia en Venezuela es denunciada desde hace años por el antichavismo y sus aliados extranjeros.

De acuerdo con el plan, la AN debería designar nuevos miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE) y sancionar la creación de “un consejo de Estado que se convierta en el Poder Ejecutivo”.

Ese consejo tendría cinco integrantes: dos por el chavismo, dos por el antichavismo y un quinto que sería su secretario general y el presidente interino de la república. Ninguno de ellos podría ser candidato en las próximas elecciones presidenciales.

No lo dice explícitamente el documento, pero Pompeo y Abrams dijeron en la rueda de prensa -y el último, también en un artículo que publicó hoy en el diario The Wall Street Journal- que ni Maduro ni Guaidó deberán formar parte del gobierno de transición.

Durante el gobiero de transición, la comunidad internacional brindará “apoyo humanitario, electoral, de gobernanza, desarrollo, seguridad y económico, con un enfoque inicial especial en el sistema de atención médica y el suministro de agua y electricidad”, propone el programa.

Agrega que, en ese caso, se entablarían negociaciones con “el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para los principales programas de apoyo”.

Por otra parte, el plan postula el establecimiento de una “comisión de la verdad y la reconciliación” con integrantes designados por el secretario general de la ONU, António Guterres, para “investigar los actos graves de violencia ocurridos desde 1999” y determinar “las responsabilidades de los perpetradores”.

Paralelamente, propone que la AN sancione una “ley de amnistía consistente con las obligaciones internacionales de Venezuela, que abarca crímenes de motivación política desde 1999, excepto crímenes contra la humanidad”.

Además, el plan indica que el consejo de Estado “establece una fecha para elecciones presidenciales y de la AN simultáneas en seis a 12 meses”, en las que podrá postularse “cualquier ciudadano venezolano”, excepto los integrantes del organismo de transición.

El documento señala que a medida que vayan cumpliéndose los puntos señalados, Washington irá levantando las penalidades que impuso y, “con el consenso de los observadores internacionales de que las elecciones fueron libres y justas, se levantan las sanciones estadounidenses restantes”.

La propuesta estadounidense fue bien recibida por Guaidó y rechazada por el chavismo.

“Me comuniqué con el secretario Pompeo para agradecer el respaldo de Estados Unidos a la conformación de un gobierno de emergencia y consejo de Estado para resolver la crisis; es momento de crecernos, estamos dando los pasos correctos para salvar a Venezuela”, afirmó Guaidó en Twitter.

En tanto, el canciller Jorge Arreaza dijo a la emisora colombiana Blu Radio que no hay “ninguna” posibilidad de que Maduro acepte la “hoja de ruta” de la Casa Blanca porque “las decisiones en Venezuela se toman en Caracas” y no es necesaria una transición, según la agencia de noticia Europa Press.

Mientras tanto, el fiscal general designado por la Asamblea Constituyente, Tarek Saab, informó que citó para pasado mañana jueves a Guaidó para que “comparezca” como “uno de los principales responsables” de un supuesto plan de golpe de estado contra Maduro, denunciado días atrás por el mandatario chavista.