Estados Unidos anunció que enviará tropas a Arabia Saudita para «prevenir posibles ataques» como los ocurridos hace una semana contra dos refinerías de petróleo, mientras que Irán advirtió que no permitirá que una guerra alcance su territorio.

Las tropas estadounidenses trabajarán en «la defensa aérea y de misiles», dijo el secretario de Defensa, Mark Esper, durante una rueda de prensa en Washington, informó la BBC de Londres.

Estados Unidos y Arabia Saudita culpan a Irán por los ataques del 14 de septiembre contra dos refinerías cerca de Riad, realizados con drones y misiles de fabricación iraní. Sin embargo, Teherán ha negado toda participación en ese hecho.

Los ataques fueron reivindicados por rebeldes hutíes que luchan en Yemen contra el reino saudita.

Por otra parte, el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hosein Salamí, amenazó hoy con convertir en «el principal campo de batalla» al país que se atreva a atacar a Irán, después de que Estados Unidos anunciara el envío de tropas al Golfo Pérsico.

«Nunca permitiremos que la guerra alcance nuestro territorio (…) No pararemos hasta la destrucción del agresor y no dejaremos ningún lugar seguro», dijo el comandante.

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El jefe militar formuló declaraciones tras la inauguración de una exposición de restos de drones estadounidenses derribados por Irán.

La situación se da en medio del colapso del acuerdo nuclear tras el abandono del pacto por parte de Washington y una semana después de un ataque contra un importante sitio petrolero saudita, del que Estados Unidos acusa a Irán.

El ataque, ocurrido el 14 de septiembre, fue reivindicado por el movimiento rebelde chiita de los hutíes, un grupo que controla partes de Yemen y que es financiado por Irán.

El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Yavad Zarif, advirtió desde Nueva York, donde se encuentra para asistir a la Asamblea General de la ONU, que cualquier ataque contra Irán traerá como resultado «una guerra total».

En la misma línea, el general Hossein Salami, dijo que sus fuerzas han realizado «ejercicios de guerra y están listas para cualquier escenario, informó la cadena de noticias CNN.

«Si alguien cruza nuestras fronteras, lo atacaremos», aseveró durante una ceremonia en la que expuso las piezas del drone estadounidense derribado por Irán en junio, después de que fuera descubierto sobrevolando en territorio iraní sin permiso.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que no estaba dispuesto a autorizar un ataque militar inmediato contra Irán en respuesta a la destrucción de la destilería saudita y señaló que la moderación «muestra mucha más fuerza».

Al mismo tiempo, el Pentágono anunció que Estados Unidos iba a desplegar tropas y equipos militares adicionales en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos para reforzar la seguridad.

En otro mensaje, Trump anunció a última hora de ayer que había impuesto sanciones contra el Banco Central de Irán, un nuevo golpe contra la economía de la república islámica.

En respuesta, el presidente del Banco Central, Abdolnasser Hemmati, señaló que las sanciones «se han vuelto más ineficaces que nunca» y que «la economía iraní ha demostrado su resistencia».

Sin embargo, si bien la situación está un poco más estable y la moneda ha recuperado su valor con respecto al dólar, las sanciones han logrado afectado a la economía iraní.

La crisis en Medio Oriente promete ser el centro de las discusiones de la Asamblea General de la ONU que empieza la próxima semana en Nueva York, donde estarán tanto Trump como el presidente iraní, Hasan Rohani.