De acuerdo a la televisión pública danesa DR que cita a nueve fuentes sin identificar con acceso a material clasificado del servicio de inteligencia de Defensa danés (Forsvarets Efterretningstjeneste), un informe confidencial, iniciado en 2015, concluyó que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) aprovechó su colaboración con la inteligencia danesa para vigilar a estos políticos, publicó France 24.

Fue a través de telecomunicaciones danesas como Merkel y su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, actual presidente, fueron espiados. También el entonces líder socialdemócrata alemán, Peer Steinbrück, y a altos dirigentes de Francia, Suecia y Noruega, fueron vigilados.

Por el momento ninguno de los organismos daneses envueltos en el escándalo hizo comentarios sobre las últimas revelaciones.

La ministra de Defensa de Dinamarca, Trine Bramsen, quien fue informada sobre el caso en agosto de 2019 de acuerdo a la televisión pública danesa, se negó a comentar a los medios de comunicación sobre «especulaciones» de los asuntos de inteligencia.

No obstante, Bramsen envió un breve escrito a la ‘DR’ para fijar su postura ante el caso:

«El Gobierno no puede hablar de especulaciones sobre temas de inteligencia que son tratados en las comisiones respectivas en el Parlamento.»

Trine Bramsen

La ministra añadió que su Gobierno tiene la misma posición que la mostrada en 2012 y 2014 por la entonces primera ministra socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt: «Las escuchas sistemáticas de aliados estrechos son inaceptables», acotó.

No está establecido que Dinamarca sabía de que Estados Unidos estaba usando su sistema de vigilancia para espiar a sus vecinos.

 La NSA pudo acceder a mensajes de texto, llamadas telefónicas y tráfico de Internet, incluidas búsquedas, chats y servicios de mensajería de sus vigilados, según DR.

El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmó el lunes que «el Gobierno federal tomó nota del informe y está en contacto con todos los organismos nacionales e internacionales relevantes para obtener aclaraciones».

 Sin embargo, agregó que no hablará abiertamente sobre el tema.

«Como cuestión de principio, y ustedes ya lo saben, les pido que comprendan que el Gobierno federal no comenta abiertamente sobre asuntos relacionados con actividades de inteligencia.»

Steffen Seibert

El escándalo por el espionaje que EEUU hizo a Merkel y otros líderes salió a relucir en 2013 y empañó las relaciones entre quienes eran dos grandes aliados: Berlín y Washington.

En esa oportunidad, Merkel expresó su malestar al entonces presidente Barack Obama y catalogó de «inaceptable el espionaje entre amigos».

Francia también declaró a través de la voz del secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune «que era necesario comprobar estos hechos y denunciarlos, si son verdad». «Entre aliados, debe haber, aunque no estemos en un mundo de Care Bears, confianza, y mínima cooperación», agregó.

Por su parte, el ministro de Defensa sueco, Peter Hultqvist, declaró a la emisora ​​sueca SVT que «exigió información completa» sobre los acontecimientos. De igual forma, su homólogo noruego, Frank Bakke-Jensen, expresó a la cadena de Tv y radio Noruega, NRK, que se tomaba en serio las noticias del medio danés RD.

Dos partidos de izquierda daneses pidieron este lunes la comparecencia de los ministros de Defensa y Justicia tras revelarse que Dinamarca consintió que Estados Unidos usara sus cables de telecomunicaciones para espiar a los líderes europeos.

 «Esto hace que políticos de Suecia, Noruega y Alemania, nuestros socios más cercanos, no puedan confiar en Dinamarca. Es un gran problema y más aún si se sabe y se aceptó con los ojos abiertos», afirmó Eva Flyvholm, portavoz en temas de defensa de Lista Unitaria, uno de los aliados del Ejecutivo socialdemócrata.