Como parte de sus represalias por la decisión del gobierno palestino de impulsar una resolución en la Asamblea General de la ONU que desnudó el aislamiento de la Casa Blanca alrededor de su reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel, la embajadora norteamericana ante ONU, Nikki Haley, hizo un anuncio un tanto vago, pero potencialmente dramático para la realidad económica de Palestina.

«Trump no quiere seguir financiando a los palestinos hasta que acepten volver a la mesa de negociación y lo que vimos con la resolución no ayudó a la situación», sentenció Haley en un mensaje ante la prensa en la sede de la ONU en Nueva York.

«Estamos intentando avanzar hacia un proceso de paz, pero si esto no sucede, el presidente no continuará financiando la situación», agregó la funcionaria.

El diario israelí Haaretz destacó que no está claro si la embajadora estadounidense se refirió sólo a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa, por sus siglas en inglés), la institución que venía mencionando en su discurso, o si también incluyó la ayuda financiera que recibe la Autoridad Nacional Palestina, que dirige el presidente Mahmud Abbas.

No está claro si la dirigencia palestina continuará confrontando abiertamente a Washington, como estuvo haciendo el presidente Abbas al impulsar una resolución contra la decisión de Trump y retirar su embajador de Washington, el domingo pasado.