Estados Unidos se encuentra transitando sus peores números en cuanto a muertes relacionadas con el alcohol, las drogas o el suicidio. Según un informe anual, en 2017 el país alcanzó su cifra récord histórica, con 46,6 muertes de cada 100.000.

Dichos datos surgen del análisis de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, realizado por Trust for America’s Health y Well Being Trust, y difundidos por el portal USA Today, entre otros.

Si bien cabe aclarar que dicho registro se realiza desde 1999, año a año el número se muestra en aumento, registrando en este último caso una suba de 6% con respecto al año anterior.

En detalle, 14,3 de cada 100.000 muertes son suicidios (un aumento del doble del promedio anual registrado en la pasada década), mientras que en el aspecto de las drogas se destaca el incremento de las muertes relacionadas con los opioides sintéticos, que desplazaron a la heroína como la más mortífera.

Más precisamente, sólo por fentanilo se registró un aumento de fallecimientos de 54% entre 2011 y 2016, mientras que contando todas las sustancias el consumo se multiplicó diez veces en apenas cinco años y las muertes 45%.