La policía española anunció este miércoles el desmantelamiento de una red que organizaba la llegada ilegal de nigerianas a través del Mediterráneo, en precarias embarcaciones, para luego explotarlas como prostitutas.

Los traficantes de la red les hacían cruzar el Mediterráneo en unas embarcaciones precarias y peligrosas. Dos de ellas fueron rescatadas tras el naufragio de su nave, lo que le costó la vida a otros ocupantes.

Una vez en Italia, la red, dirigida por tres mujeres de origen nigeriano, organizaba su viaje hasta España por avión facilitándoles documentos de identidad pertenecientes a otras nigerianas que residían legalmente en este país. Luego debían hacer una solicitud de asilo, para evitar su expulsión.

En España, la organización les decía que tenían una deuda de unos 40.000 euros por el viaje, y para reembolsarla las obligaba a prostituirse «todos los días de la semana en jornadas de más de 14 horas».

Las sometían además a rituales vudú, «una especie de contrato por el cual prometían fidelidad a la organización y que, en caso de incumplimiento, les acarrearía terribles consecuencias e incluso la muerte», según el texto.

Las jóvenes debían prostituirse en condiciones inhumanas en las calles de Bilbao (norte) y en Benidorm (este).

El comunicado agrega que «la explotación sexual de las jóvenes proporcionaba a la organización importantes beneficios», que luego blanqueaban «subvencionando nuevos episodios de trata de seres humanos».

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a día 28 de diciembre más de 360.000 migrantes habían llegado por mar a Europa en 2016, y más de 4.900 habían muerto en el intento.