Los electores alemanes comenzaron a emitir sus votos este domingo para elegir al sucesor de la canciller Angela Merkel, quien deja el cargo tras 16 años, en unas elecciones sin un favorito claro, en las que los conservadores podrían pasar a la oposición si los socialdemócratas logran imponerse y recuperar el protagonismo que perdieron en los últimos años.

Según las autoridades electorales, alrededor de 60,4 millones de ciudadanos están habilitados a votar, mientras que los colegios electorales tendrán sus puertas abiertas desde las 8 hasta las 18.

Sin embargo, al menos el 40% de los votantes emitieron sus votos por correo, en comparación con el 28,6% en las últimas elecciones de 2017.

Las instituciones de encuestas entrevistarán a los votantes de forma anónima a la salida de los colegios electorales seleccionados, y los resultados iniciales se publicarán exactamente después de que finalice la votación a través de las emisoras públicas.

La elección es de gran importancia, ya que la actual canciller Angela Merkel ya no se postulará para la reelección después de casi 16 años en el cargo. Cuando se retire de su carrera política, Alemania y, hasta cierto punto, la Unión Europea, entrarán en una nueva era con perspectivas inciertas.

La competencia es tan feroz que es difícil prever qué partido obtendrá la mayor cantidad de escaños en el Bundestag o Parlamento Federal de Alemania.

Según los últimos resultados de los sondeos, el Partido Socialdemócrata, con el ministro de Finanzas Olaf Scholz como su candidato a canciller, encabeza la lista con solo 1 a 4 puntos porcentuales por delante del partido Unión Demócrata Cristiana (UDC) de Merkel, cuyo candidato a canciller es Armin Laschet, ministro presidente del estado de Renania del Norte-Westfalia.

Los resultados de las encuestas de opinión también mostraron que los Verdes probablemente quedarán terceros, mientras que los otros tres partidos en el actual Bundestag, el Partido Demócrata Libre, el Partido Izquierdista y la derechista Alternativa para Alemania, probablemente cruzarán el umbral del 5 por ciento para ingresar al Parlamento.

A diferencia de Argentina, en Alemania el jefe del Gobierno no es elegido directamente, sino por el nuevo Parlamento. No obstante, la figura del candidato al Ejecutivo designado por cada partido juega una relevancia creciente en el electorado, que no solo vota al diputado de su distrito, sino también al partido que apoya al candidato a canciller que más le convence.