La ola de frío extremo que desde hace meses azota a Estados Unidos, llevando a temperaturas de casi 40 grados bajo cero y una sensación térmica de -50º y con decenas de muertos (216 millones de habitantes afectados), continúa generando problemas en la población y advierten que ahora puede repecutir en el abastecimiento de gas y electricidad.

Actualmente, se espera que la temperatura pueda volver a bajar hasta los 18 grados bajo cero, causando un crecimiento potencial en el mercado de la energía y el gas natural en un momento en que la demanda de combustible generalmente se reduce, lo que ocasionaría un desbalance en la provisión anual.

Por esto mismo, operadores de redes de electricidad ya advirtieron que aplicarían restricciones de combustible durante la primera mitad de la semana entrante, analizando que incluso necesitarán importar suministro de estados vecinos y Canadá.

Según informó el sitio RT, la energía para ser entregada el próximo 4 de marzo en el Noroeste-Pacífico subió al nivel más alto en más de una década, a más de 890 dólares por megavatio/hora. Otro ejemplo es el gas para ser entregado este fin de semana, cuyo precio subió hasta a 200 dólares en Sumas (Washington), cerca de la frontera con Canadá. Es el precio al contado más alto registrado en EE.UU.

«Los proveedores tendrán que sacar el gas natural que tienen almacenado para satisfacer las necesidades de calefacción a un ritmo inusualmente elevado para este fin de temporada», señala Rick Margolin, analista de gas natural de la empresa Genscape Inc, a dicho medio.

Las previsiones meteorológicas vaticinan que hará «el frío suficiente para generar niveles de demanda que podrían establecer nuevos máximos para el mes de marzo», según informa Margolin, agregando que «las extracciones podrían llegar a casi 3.400 millones de metros cúbicos por día el próximo lunes».

De acuerdo con el analista, los altos niveles de demanda se mantendrán hasta mediados de este mes.