Por Nabih Yussef* (enviado especial en Barcelona, España)

Barcelona – Gran cierre de los principales partidos catalanes que luchan para ganar en las elecciones de mañana jueves 21 de diciembre. Carles Puigdemont, exiliado en Bélgica, ha participado en todos los eventos proselitistas. A pesar de encontrarse fuera del país, el expresidente de la Generalitat ha hecho uso de la tecnología para enviar su discurso a media docena de plazas en Catalunya. A través de un sistema de videoconferencia en vivo, Puigdemont instó a los catalanes a concurrir masivamente a las urnas y criticó el “autoritarismo” del presidente del Gobierno español Mariano Rajoy. El gobierno central en Madrid mantiene una intervención absoluta de todas las instituciones catalanas, mientras permanece el pedido de captura de Puigdemont y otros independentistas por delitos de rebelión y terrorismo.

Puigdemont y otros funcionarios de su gobierno, han podido presentarse en las elecciones aun estando fuera del país, ya que la ley española así lo permite. De asumir a sus bancas, no podrían ser detenidos por las fuerzas policiales españolas ya que contarían con fueros constitucionales. Esto pondría en aprietos a Rajoy, pues nuevamente la crisis catalana se encontraría en su punto de partida y el gobierno central tendría que reactivar el artículo 155 para intervenir nuevamente Catalunya. Es allí cuando vale formularse la pregunta: ¿hasta cuándo?

Un independentismo disperso

Puigdemont apeló por “el voto de todos los independentistas, catalanistas y demócratas”, sin embargo, el conglomerado de partidos independentistas se encuentra atomizado. Al interior de él, la Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y laCandidatura de Unidad Popular (CUP), decidieron concurrir por separado en la oferta electoral y todo apunta a que el voto independentista pierda impulso.

Según los últimos sondeos a los que tuvo acceso Conclusión, la opción independentista podría quedar debajo del 45% de los sufragios, lo que atenuaría a corto plazo las intentonas secesionistas de los catalanes.

Incluso, el Partido Demócrata Catalán (PDeCAT) que lidera Puigdemont, podría quedar relegado dentro de los partidos secesionistas. Esto sepultaría el independentismo y con él al ex presidente de la Generalitat.

Mañana jueves 21 de diciembre se celebrarán las elecciones y existe un fuerte operativo de seguridad para contener eventuales protestas. El día y la fecha elegidas -atípicas para unas elecciones- fueron colocadas desde Madrid. Para muchos, se trata de una estrategia de Rajoy para evitar una masiva convocatoria a las elecciones y desarticular definitivamente la crisis en la provincia más rica de España.

*Licenciado en Relaciones Internacionales y Director del Consejo de Estudios Interdisciplinarios Económicos y Políticos www.CEIEP.org