El Reino Unido nombró hoy a Karen Pierce embajadora en Estados Unidos, una decisión que la convierte en la primera mujer en ocupar ese cargo y que busca dar vuelta la página a un cortocircuito diplomático con pocos precedentes entre Washington y Londres.

Pierce, hasta ahora embajadora del Reino Unido ante la ONU, reemplazará a Lord Darroch, quien renunció en julio pasado tras la filtración de documentos diplomáticos en los que calificaba a la administración de Donald Trump de «inepta» y «disfuncional».

Pierce, que asumirá el cargo en una fecha aún por designar, dijo creer que la relación con Estados Unidos es la más importante del Reino Unido dado el «profundo vínculo» entre ambos países.

«Tenemos un fantástico equipo intergubernamental en Estados Unidos y espero con interés trabajar con ellos para fortalecer y profundizar aún más la relación especial entre nuestros dos países y pueblos», subrayó la diplomática, de 60 años.

Según el gobierno británico, Pierce es una de las diplomáticas con más experiencia del Reino Unido y asumirá el cargo después de obtener el consentimiento formal de Estados Unidos.

El nombramiento se produce antes de las esperadas negociaciones del acuerdo comercial posterior al Brexit con Estados Unidos y en medio de disputas entre ambos países sobre el futuro del acuerdo nuclear con Irán y el uso de los teléfonos celulares chinos Huawei.

«Karen Pierce es una diplomática excepcional y exitosa y no puedo pensar en una persona mejor para llevar adelante nuestra importantísima relación con Estados Unidos en este momento», tuiteó el primer ministro Boris Johnson.

«Estoy encantado de que nos represente en Washington», expresó.

El canciller británico, Dominic Raab, declaró en un comunicado que el gobierno estaba orgulloso de enviar a Washington a una diplomática tan destacada.

«Es un momento de gran oportunidad para la amistad entre el Reino Unido y Estados Unidos, y estoy encantado de que Karen Pierce lleve adelante este emocionante nuevo capítulo de nuestra relación».

Pierce ha servido en el ministerio de Relaciones Exteriores británico durante casi 40 años.

Su más reciente puesto fue como embajadora de la ONU, donde también fue la primera mujer en ocupar el cargo.

Se le atribuye el mérito de haber ayudado a organizar una contundente respuesta internacional al ataque con un tóxico conocido como Novichok contra un ex espía ruso y su hija en la localidad Salisbury, Inglaterra, el pasado 4 de marzo.

El Reino Unido, apoyado por Estados Unidos, acusó a Rusia del ataque y expulsó a diplomáticos rusos.

La flamante embajadora es madre de dos hijos y está casada con Charles Roxburgh, que es funcionario del Tesoro.