El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, dijo hoy que «pronto» anunciará la liberación de Mosul y prometió derrotar al Estado Islámico (EI) y no dejar «ninguna huella» del grupo en esa zona histórica donde se libra la fase final de la ofensiva para expulsar definitivamente a los yihadistas del que fue su principal feudo en el país.

Durante la visita a los militares, Al Abadi dio instrucciones para «mantener con vida a los combatientes» y a «los civiles», que continúan atrapados -unos 100.000, según la ONU- en esta vetusta área, situada en el centro de la urbe iraquí.

Las palabras del premier se producen dos días después que los últimos milicianos del EI que resisten en la norteña ciudad Mosul volaran con explosivos la mezquita de Al Nuri y su famoso minarete inclinado, algo que, según dijo ayer Abadi, constituye la «admisión de la derrota» por parte de los yihadistas.

Asimismo, el premier señaló hoy que construirán «todo lo que (el EI) ha destruido con el mismo espíritu y restauraremos nuestros monumentos y mezquitas».

También hoy, el EI publicó un video en el que muestra los restos de la mezquita destruida el miércoles pasado e insiste en que la destrucción se debió a «bombardeos norteamericanos».

A través de su agencia afín Amaq, en un mensaje cuya autenticidad no pudo ser comprobada, la organización emitió un video de 2 minutos de duración en el que muestra varios proyectiles de mortero cerca de los restos del templo, donde el EI proclamó su «califato» en 2014.

«Tras nueve siglos, el minarete Al Hadba (el jorobado) en Mosul fue bombardeado por aviones militares estadounidenses, y que también mataron a miles de su hijos», aseguró el EI en la filmación, en alusión a los ciudadanos de la urbe iraquí.

En Ginebra, en tanto, la Oficina para los Derechos Humanos de la ONU condenó hoy la destrucción de la icónica mezquita y la calificó de «crimen de guerra».

«Nuestras informaciones apuntan a que el Estado Islámico voló por los aires el templo deliberadamente mientras las fuerzas iraquíes se aproximaban cada vez más a su posición», dijo la portavoz del organismo, Ravina Shamdasani, en rueda de prensa.

Ayer, el organismo de la ONU para la cultura (Unesco) también expresó su «consternación» por la voladura de la mezquita de Mosul y se ofreció a reparar el templo y las demás joyas arqueológicas destruidas por el EI en Irak en estos últimos años.

Mientras tanto, las fuerzas iraquíes conjuntas continúan avanzando en el casco antiguo de la ciudad para liberarla por completo, aunque esta fase es la más compleja por la estrechez de las calles y la afluencia de civiles en la zona.

El barrio de Al Shefaa, situado en el oeste de la urbe -el único que queda por liberar fuera del casco antiguo-, se ha convertido en un gran cementerio de civiles por los combates entre las fuerzas iraquíes y la milicia.

La batalla entre el Ejército y los yihadistas derribó una multitud de viviendas, y varias familias se han quedado atrapadas bajo los escombros durante muchos días.

Los cuerpos de emergencia tienen muchas dificultades a la hora de rescatar a esas víctimas, varias de las cuales murieron bajo los restos.

En el suroeste del país, en tanto, en la provincia de Al Anbar, al menos 10 personas murieron, entre ellas, mujeres y niños, mientras 13 resultaron heridas por un ataque del EI perpetrado por varios suicidas en el pueblo de Al Baghdadi, según informó una fuente policial.

Los kamikazes llevaron a cabo un ataque esta madrugada en ese pueblo, situado unos 140 kilómetros al oeste de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar.