El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó este miércoles de «draconiana» la Ley SB4 del Estado estadounidense de Texas, que pretende detener el flujo de migrantes mediante su criminalización y fomenta la separación de familias.

En su habitual rueda de prensa diaria, el mandatario mexicano dijo que la medida es contraria a los derechos humanos y adelantó que su Gobierno no aceptará deportaciones desde Texas.

«Desde luego estamos en contra de esta ley draconiana, completamente opuesta, contraria a los derechos humanos», indicó López Obrador en referencia a Dracón, un legislador griego a quien se le atribuyen propuestas muy severas para la elaboración de leyes.

«No nos vamos a quedar con los brazos cruzados, esa es la respuesta», agregó el mandatario mexicano ante periodistas, en el Palacio Nacional de la Ciudad de México.

López Obrador dijo que la ley de Texas es «anticristiana», «deshumanizada» e «injusta», además de ser violatoria de los preceptos para la convivencia humana.

La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó el martes la entrada en vigor de la Ley SB4 de Texas, un día después de que un magistrado de esa instancia judicial extendiera de manera indefinida la suspensión de la normativa y México manifestara su reconocimiento por ello.

La Ley SB4 otorga a las fuerzas del orden la facultad de detener a migrantes irregulares y a los jueces la de ordenar su expulsión a México.

Su entrada en vigor estaba prevista para el pasado 5 de marzo, pero fue suspendida en febrero y nuevamente el lunes, hasta que el martes, el pleno de la Corte Suprema la autorizó por mayoría.

La aprobación ha generado el rechazo de varios gobiernos latinoamericanos y organizaciones no gubernamentales, así como de la sociedad civil, defensores de los derechos de los migrantes y personas en situación de movilidad.