El presidente iraní, Ebrahim Raisi, declaró este jueves en su segundo día de visita a Damasco, Siria, la necesidad de «unidad» del «mundo islámico» para «acelerar la derrota del régimen sionista» de Israel.

«Hoy más que nunca, la unidad y la cohesión de las fuerzas de la resistencia -de la región y del mundo islámico- son necesarias para acelerar la derrota del régimen sionista», dijo a líderes de la resistencia palestina a la ocupación israelí en el Palacio Presidencial sirio.

El «eje de la resistencia» es el término utilizado para referirse a los movimientos palestinos, libaneses, sirios y otros, opuestos a Israel y cercanos a Irán, que les proporciona apoyo financiero y logístico.

Israel ocupa territorios, incluyendo parte de Jerusalén, que los palestinos reclaman para fundar su Estado y que capturó en una guerra contra Siria y otros países árabes en 1967 y luego colonizó.

Enemigo de Israel, Irán es uno de los principales aliados de Siria, país desgarrado por una larga guerra iniciada en 2011 y ya mayormente culminada con una victoria del Gobierno del presidente Bashar al Assad sobre grupos armados que buscaban derrocarlo.

Algunos de esos grupos estaban apoyados por Estados Unidos.

Raisi llegó ese miércoles a Siria y se reunió con Al Assad.

En el marco de su visita a Damasco, la primera de un jefe de Gobierno a Siria desde que estalló la guerra, Raisi firmó con Al Assad un memorando de entendimiento para impulsar la cooperación bilateral estratégica «a largo plazo» en varios ámbitos.

Estados Unidos, que es rival de Siria e Irán y se refiere a sus Gobiernos como «regímenes», dijo que el fortalecimiento de sus relaciones diplomáticas «debe ser motivo de gran preocupación» para la comunidad internacional, informó la agencia de noticias AFP.

«Que el régimen iraní y de Al Assad sigan profundizando sus lazos debería ser motivo de gran preocupación no sólo para aliados, socios y países en la región, sino para el mundo en general», dijo el vocero del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel.

«No normalizaremos relaciones con el régimen de Al Assad y no apoyamos que otros normalicen relaciones con el régimen de Al Assad», remarcó, en medio de discusiones en la Liga Árabe para levantar una suspensión de Siria declarada durante la guerra.

Patel se refrió a los gobiernos de Siria e Irán como «dos regímenes que han participado en actividades malignas».

En respuesta, el vocero de la Cancillería iraní, Naser Kanani, dijo que «la ira del régimen maligno es natural, ya que ha sido derrotado en Siria y en toda la región por Irán y el eje de la resistencia».

Teherán prestó apoyo económico, político y militar al gobierno de Al Assad, lo que, sumado a una crucial intervención militar de Rusia, contribuyó a inclinar el conflicto a su favor.

Asimismo, fue uno de los principales apoyos internacionales del presidente sirio, que recibió un importante espaldarazo diplomático durante los últimos meses por la decisión de varios países árabes de retomar sus relaciones con Damasco, incluido Arabia Saudita, que en marzo normalizó sus relaciones con Irán, un país musulmán, pero no árabe.

Desde 2019, la intensidad de los combates en Siria disminuyó considerablemente.

Gracias a sus aliados rusos e iraníes, el Gobierno sirio controla hoy la mayoría de los territorios perdidos después del inicio del conflicto en 2011, que causó más de 500.000 muertos.