El papa Francisco se comunicó con el obispo de San Nicolás, monseñor Héctor Cardelli, para manifestar su solidaridad con los ex trabajadores de Agua y Energía Eléctrica del Estado (AyEE), que fueron despedidos en 1992, cuando la empresa pública fue privatizada.

Monseñor Cardelli le había mencionado la situación de los ex empleados al Santo Padre mediante una carta enviada el 19 de abril último.

Además Francisco recibió una carta de Rafael Giorgio, responsable de la representación legal de los ex empleados de AyEE, que reclaman una indemnización y oportunidades laborales por los despidos masivos que ocurrieron en 1992, cuando la empresa pública fue privatizada.

«Estos hermanos le dirigieron una carta al Papa planteándole la situación de los despedidos de Agua y Energía. Se trata de 267 familias que quedaron en la calle. Ya pasaron 22 años de reclamos, trámites y demás. Hace 11 años que estoy en San Nicolás, pero no había escuchado del tema. El hecho quedó ahí, no fue más noticia», manifestó el obispo a la prensa local.

Según consignó la agencia Aica, monseñor Cardelli recibió una carta del pontífice a través de la Nunciatura, para que acerque su saludo y su bendición a Rafael Giorgio, autor de la carta enviada a Roma, y a los trabajadores despedidos.

Luego del mensaje papal, el obispo de San Nicolás organizó un encuentro con los ex trabajadores para interiorizarse sobre la cuestión y luego remitió la información a Francisco sobre los avances logrados.

De acuerdo con el diario Norte, los trabajadores también escribieron al jefe de gabinete de ministros, Aníbal Fernández, y a la presidenta de la Nación, Cristina Kirchner.

Por su parte, Rafael Giorgio, a cargo de la situación judicial de los ex empleados, agradeció al Papa y describió la situación de las familias afectadas: «Algunos trabajadores lograron la inclusión laboral, pero mucha gente quedó excluida y no tuvo más posibilidades de encontrar un trabajo. Y eso es un problema social».