La posibilidad de que el Papa Francisco visite la Argentina en 2018 cuando viaje a Chile y Perú aún no se ha diluido, pero estaría sujeta a que se descomprima la conflictividad política y social del país.

De concretarse, Jorge Mario Bergoglio regresaría a la Argentina desde que fue elegido Sumo Pontífice en 2013. Una información de La Nación que remite a voceros eclesiásticos y del Vaticano dio a conocer la eventualidad de una futura visita papal el año próximo.

Para esto, debería desaparecer la «grieta» política y social que existe en el país, que choca con su postulado de la «cultura del encuentro».

El Papa dejó a Uruguay afuera de su próxima llegada a Latinoamérica a fines de enero de 2018, lo que haría un «hueco» en su agenda y permitiría que Francisco viaje a Argentina.

Según funcionarios vaticanos, el Papa dio instrucciones para que en su viaje de enero a Chile y Perú no haya sobrevuelo de su avión sobre el espacio aéreo nacional.

En caso de ser imprescindible, Francisco ordenó que se previera un descenso del avión en una provincia argentina, donde estaba dispuesto a oficiar una misa y prometer para más adelante una visita más extensa.

«Esta vez no se conformaría con un telegrama de saludo desde el avión», señalaron las fuentes a que refiere el matutino porteño,  en alusión a cuando viajó a Paraguay y le envió a Cristina Kirchner un telegrama desde el espacio aéreo argentino.

Por otra parte, alienta la posibilidad de la presencia de Francisco en el país el hecho de que no les habló directamente a los argentinos para descartar un viaje en el próximo año, como sí lo hizo en 2016 para informarles (mediante un mensaje grabado para televisión) que no vendría al país en 2017.