Con una misa del papa Francisco en el Aula Paulo VI del Vaticano, comenzaron hoy en Roma las conmemoraciones por el 25 de mayo, en recuerdo del primer gobierno patrio argentino, que incluyeron además una misa especial celebrada en la «Iglesia Argentina» de la capital italiana.

En el día de las conmemoraciones por el 25 de mayo, el Santo Padre recibió al embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés, y al personal de la representación diplomática en su tradicional misa de las siete.

«No hay que vivir una vida cerrada. Una vida cerrada es una vida sin horizonte, sin esperanza. Y eso es una vida triste», reflexionó el Sumo Pontífice durante la homilía.

«Eso es una vida estéril. Compartir la vida y la riqueza con los otros, especialmente a los pobres, da un horizonte con esperanza«, agregó Francisco.

Al mediodía de Roma, Valdés luego participó de una misa especial celebrada en la Iglesia Argentina de la capital italiana, en homenaje al 205 aniversario de la Revolución de Mayo, que contó con la participación de monseñor Sánchez Sorondo y del maestro ceremoniero de Francisco, Guillermo Karcher.

«La patria es el otro», aseveró Valdés en conmemoración de la fecha patria y recordó algunos postulados del Sumo Pontífice, para quien, dijo, «la patria es el mundo y los otros son, por ejemplo, los inmigrantes en Lampedusa», y «el explotado por esa esclavitud moderna que es la trata de personas», además de «los excluidos del sistema».

Además, el embajador destacó durante su alocución las figuras de monseñor Angelelli y del obispo salvadoreño Monseñor Óscar Arnulfo Romero, beatificado ayer por «impulso» de Francisco.

Antes, Valdés, el encargado de negocios de la embajada argentina en Italia, Carlos Cherniak, y el embajador nacional ante la FAO, Claudio Rozencwaig, encabezaron el acto en el cual se colocó una ofrenda floral a José de San Martín.

Allí, Cherniak recorrió la figura de varios próceres de la historia patria y destacó las palabras de la presidenta Cristina Fernández: «Puede haber pueblo sin revolución, pero no revolución sin pueblo», en una ceremonia en la que también participó el agregado económico de la sede diplomática, Guillermo Moreno.

«Nuestros próceres tuvieron que dar batallas contra el colonialismo. A nosotros también nos toca dar batallas cotidianas. Batallas en paz, con la palabra, con el debate, contra las viejas-nuevas formas de colonialismo: desde la ocupación ilegal de nuestras Islas Malvinas hasta la extorsión de los fondos buitre», destacó Cherniak.