JUEVES, 28 DE NOV

El Papa, solidario con una directora de jardín sancionada

Se trata de Elsa Vincova, quien fue desplazada tras la muerte de un nene a manos de su padrastro. “Francisco me dijo que estaba rezando por mí. Me emocioné y le agradecí muchísimo”, expresó la docente.

El papa Francisco llamó por teléfono a la directora de un jardín de infantes, desplazada por el Ministerio de Educación porteño tras la muerte de un nene, a manos de su padrastro, el pasado 9 de junio en el barrio de Flores.

Se trata de Elsa Vincova, quien junto a la maestra Alejandra Bellini, a cargo de la sala a la que iba Agustín Marrero en el  Jardín de Infantes Número 2, Distrito Escolar 12 (JIC 2 de 12), fueron separadas de su cargo.

Vincova le entregó semanas atrás al legislador porteño por Bien Común Gustavo Vera una carta para que le entregara a Francisco y este domingo llegó lo inesperado para esta mujer, quien por primera vez habló sobre la situación que le toca vivir.

«Este es un momento durísimo, pero lo acepto con humildad porque a veces cuando pasan cosas duras son para venga un cambio, cosas mejores», dijo a directora en declaraciones al programa «La Verdad Concreta» que conduce Vera por Radio Conexión Abierta.

Vincova reveló que al escuchar su voz sintió una gran emoción y sostuvo que el Sumo Pontífice se presentó «solo como Francisco».

«Fue algo increíble en mi vida y no me voy a olvidar nunca de esto. En la carta primero le conté lo que sucedió con Agustín, como fue su muerte, por qué el Ministerio había actuado en forma  arbitraria y a lo que yo no le encontraba explicación», indicó.

La docente explicó que «las familias comparten  las entradas al jardín, los actos y otras actividades, y la mamá de Agustín también lo hacía».

«Le cuento eso y le pedí una oración por Agustín, porque fue un dolor muy grande para las docentes, los padres y los chicos. Y le pedí que rezara para que vuelva la paz al jardín. Desde el día en que el nene falleció y después de todas a las acciones que hubo que hacer por la gran injusticia que se dio con Alejandra y conmigo los chicos no estaban bien», agregó.

En ese sentido, Vincova consideró que la separación del cargo de la maestra para los pequeños fue como «una doble pérdida, primero por la muerte de Agustín y después por la salida de la maestra, que era la que los estaba conteniendo en este momento de duelo».

«Francisco me dijo que leyó la carta, que estaba rezando por nosotras. Le agradecí muchísimo y le dije que no sabía lo que sucedía dentro de la casa del niño como para que todo termine así. Y él terminó diciéndome ‘ahora usted rece por mí'», relató la directora.

Por último, Vincova señaló que tras hablar con el Sumo Pontífice a ella le «quedó una lección grandísima de la humildad del papa Francisco».

«A mí eso que me pasó me hace pensar que tengo que dedicar más tiempo al servicio. Me dejó una enseñanza que me va a quedar para toda la vida», concluyó

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