El papa Francisco afirmó hoy que «la actividad legislativa se debe basar en el cuidado de la gente», al hablar ante el plenario del Congreso de los Estados Unidos, en la ciudad de Washington, en uno de los eventos más relevantes de su agenda de cinco días en ese país.

El pontífice argentino comenzó su discurso en inglés a las 10.04 hora local (11.04 hora argentina) y allí refirmó que la política debe «satisfacer necesidades comunes, especialmente de aquellos que están más abajo».

Tras sus palabras y luego de recorrer el salón de las estatuas para visitar la del beato canonizado ayer, el misionero franciscano Junípero Serra, Francisco será trasladado al balcón del presidente de la Cámara baja para saludar desde allí a las cerca de 50 mil personas que lo aguardan afuera.

El jesuita argentino, primer líder de la Iglesia Católica en hablar en una sesión bicameral del Congreso, agradeció la invitación de los legisladores, señalando que «me gustaría pensar que lo han hecho porque también yo soy un hijo de este gran continente».

El papa Francisco también instó hoy a «luchar por la abolición global de la pena de muerte», al hablar ante el plenario del Congreso de los Estados Unidos, en la ciudad de Washington.
El pontífice argentino apuntó contra la pena capital, vigente en 31 de los 50 estados de Estados Unidos, al afirmar que «todo ser humano está dotado de una dignidad inalienable, y la sociedad sólo puede beneficiarse de la rehabilitación de los condenados por crímenes».
El papa Francisco saludó este jueves el coraje y la audacia que se requiere para que países enfrentados inicien un diálogo de reaproximación, en una sesgada referencia a las conversaciones abiertas por Estados Unidos con viejos adversarios como Cuba e Irán.
En su discurso ante el Congreso estadounidense, Francisco no mencionó a ningún país en particular, pero ese fragmento es un guiño de apoyo a los esfuerzos del presidente Barack Obama de sellar un acuerdo con Irán sobre política nuclear y restablecer relaciones diplomáticas con Cuba.
Las dos iniciativas diplomáticas provocaron la ira de los sectores conservadores estadounidense en el Congreso, y se tornaron temas de discusión en la campaña presidencial del partido republicano.
«Cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del diálogo, que podría haber estado interrumpido por motivos legítimos, se abren nuevos horizontes para todos», dijo el pontífice.
De acuerdo con Francisco, «esto ha requerido y requiere coraje, audacia, lo cual no significa falta de responsabilidad. Un buen político es aquel que, teniendo en mente los intereses de todos,
toma el momento con un espíritu abierto y pragmático».
Un buen político, reforzó el Papa, «opta siempre por generar procesos más que por ocupar espacios».
Francisco, quien visitó La Habana antes de viajar a Washington en su primera visita a Estados Unidos, sirvió como un intermediario fundamental en los contactos secretos entre Cuba y Estados Unidos que llevaron al restablecimiento de relaciones diplomáticas después de más de 50 años de ruptura.
En Cuba, el religioso argentino de 78 años destacó la necesidad de la reconciliación. El Vaticano también saludó al acuerdo alcanzado en julio entre Irán y países occidentales sobre política nuclear. Ese pacto
bloquea el camino iraní a la obtención de un arma nuclear a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
Luego del discurso Francisco emitió unas palabras a las miles de personas que asistieron a los alrededores del Capitolio para recibirlo y agradeció «a los personajes más importantes que están presentes que son los niños» y les pidió a todos «recen por mí y si no creen deseenme cosas buenas».
Más tarde el Papa Francisco acudirá a un encuentro con personas en situación de calle.