El papa Francisco convocó hoy a «ayudar a los más necesitados» y planteó que la misericordia «es un camino que parte del corazón y llega a las manos, para que hagamos buenas obras».

«Que la misericordia llegue a la manos para que podamos hacer obras. Hay que curar y ayudar a los más necesitados«, pidió este miércoles el Pontífice durante la Audiencia General que encabezó en el Aula Paulo VI del Vaticano.

«Les deseo vivir este Año Santo promoviendo la cultura del encuentro, reconociendo la presencia de la carne del Señor particularmente en los pobres y los más necesitados», agregó.

En el marco del Jubileo de la Misericordia, el Pontífice animó a los fieles a atravesar la Puerta Santa «abierta en cada iglesia del mundo porque sabemos que es la puerta del encuentro entre el dolor de la humanidad y la compasión de Dios».

«Durante este Jubileo», agregó Francisco ante 7000 participantes de la Audiencia que por segundo miércoles consecutivo fue bajo techo por las altas temperaturas romanas, «aprendamos a ser misericordiosos y atentos a las necesidades de nuestros hermanos».

El Jubileo Extraordinario de la Misericordia que inició el 8 de diciembre se extenderá hasta el 20 de noviembre y, según confirmó el Vaticano, más de 13 millones de personas ya participaron de las actividades en Roma.

Además de la Basílica de San Pedro y las otras tres basílicas papales de la capital italiana (San Juan Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor), el Pontífice dispuso que los fieles pudieran atravesar «Puertas Santas» en más de 1.000 Iglesias de todo el mundo para obtener la indulgencia plenaria.