El papa Francisco condenó hoy «la violencia ciega que engendra tanto sufrimiento», tras los atentados en Bélgica que dejaron al menos 26 muertos y más de 130 heridos.
«El Santo Padre condena de nuevo la violencia ciega que causa tanto sufrimiento e, implorando de Dios el don de la paz, invoca el beneficio de las bendiciones divinas sobre las familias de las víctimas y los belgas», sostiene un telegrama enviado por el Pontífice al arzobispo de Bruselas, Monseñor Jozef De Kesel.
«Apenado por los ataques en Bruselas, que afectan a muchas personas, Su Santidad Francisco confía a la misericordia de Dios a los que murieron y se unió en oración a sus parientes», sostiene la misiva que lleva la firma del secretario de Estado Pietro Parolin.
Con la carta, Francisco «expresa su profunda simpatía por los heridos y sus familias, y todos aquellos que contribuyen a los socorros, pidiendo al Señor que les traiga alivio y consuelo».