El papa Francisco sigue sumando elogios y admiración en todos los países que visita. En una encuesta realizada en Argentina a 20 meses de su pontificado se constató una imagen positiva que llega al 89 por ciento. Según el relevamiento telefónico sobre 1.023 muestras del 4 al 12 de noviembre los resultados mostraron una aceptación del 76 por ciento como muy buena y buena del 13 por ciento.

En referencia a la gestión de Francisco al frente de la Iglesia, un 63 por ciento de la población manifestó que, hasta el momento, el Papa está generando grandes cambios, mientras que un 27 por ciento consideró que esos cambios son moderados y un 7% señaló que son cambios menores.

En tanto, casi la mitad de los consultados consideraron buena la relación de Francisco con la presidenta Cristina Kirchner. Ese número fue creciendo en forma constante desde que Jorge Bergoglio asumió la conducción de la Iglesia Católica.

Por último, ocho de cada diez argentinos manifestaron que, pese a las responsabilidades de su cargo, el Papa sigue con atención todos los temas que suceden en la Argentina, en un porcentaje casi similar al registrado en la medición anterior, que fue del 82 por ciento.

Además, el Papa hoy cumple 78 años. A pesar que el Vaticano no programó ningún acto oficial, porque no es costumbre festejar los cumpleaños de los pontífices, desde hace días llegan al pequeño Estado mensajes de todo el mundo para felicitar al papa nacido en Buenos Aires.

Durante la audiencia de hoy, los fieles prepararon pancartas con sus felicitaciones y llevaron sus regalos a la Plaza de San Pedro con el deseo de poder entregarlos al pontífice cuando pase a su lado durante el habitual recorrido que realiza en el papamóvil.

Tras la audiencia, una italiana apasionada del tango, Cristina Camorani, organizó en la Plaza de San Pedro una exhibición, a la que han adherido unas 2.000 personas en las redes sociales.

Francisco, en su primer cumpleaños como Papa, lo pasó con cuatro personas sin techo que viven en los alrededores del Vaticano y con el personal que trabaja en Santa Marta, la residencia donde se aloja, con quienes compartió el desayuno.