El gobierno ruso llamó hoy a la oposición venezolana a «corresponder» a la flexibilidad mostrada por el gobierno del presidente Nicolás Maduro para resolver la crisis que sufre el país a través del diálogo.

Así lo señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien subrayó que «el presidente de Venezuela habló en más de una ocasión acerca de la posibilidad y la necesidad de tal diálogo, demostrando la flexibilidad de las autoridades venezolanas».

Un día después de que Maduro fuera recibido por el presidente ruso, Vadimir Putin, el vocero Peskov agregó que ahora lo que hace falta es que la oposición «corresponda» al llamado del mandatario venezolano y acceda a dialogar con una mayor flexibilidad.

«Sin embargo, lo más importante es que todos los problemas de Venezuela deben ser resueltos por los propios venezolanos sin ninguna injerencia desde el exterior», agregó Peskov, citado por la agencia de noticias rusa Interfax.

Más de 50 países, liderados por Estados Unidos, rechazan la legitimidad de Maduro y reconocen como mandatario legítimo del país latinoamericano al líder antichavista Juan Guaidó, designado este año presidente encargado por la Asamblea Nacional (parlamento) que él preside y que es está controlado por la oposición.

Esta semana, durante el debate general en la Asamblea General de la ONU, la crisis institucional y humanitaria de Venezuela estuvo en el centro de la agenda, y varios mandatarios ratificaron sus críticas al gobierno de Maduro y otros pidieron ayuda para absorber en sus países el creciente éxodo de venezolanos.

Desde el inicio de la crisis, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) adoptaron varias tandas de sanciones contra Caracas, la mayor parte de ellas contra altos cargos y ex funcionarios venezolanos, pero también contra el sistema financiero y la industria petrolera del país sudamericano.

Putin se reunió ayer en el Kremlin con Maduro, quien llegó a la capital rusa -nueve meses después de su última visita- para recabar apoyos en los terrenos político, económico y militar en medio de la creciente presión internacional.

Antes de esa reunión, Putin reiteró que Rusia respalda los intentos emprendidos por las autoridades de Caracas para conversar con las fuerzas de la oposición, al tiempo que pidió persistencia a las partes.

Putin subrayó que toda renuncia al diálogo es «irracional», «dañina para el país» y constituye «una amenaza para el bienestar de la población».

Tras el fracaso de una ronda de diálogo en Barbados, el oficialismo, junto a partidos minoritarios de la oposición, anunciaron una «mesa de diálogo nacional» que, además del regreso del chavismo al Parlamento, contempla la liberación de los «presos políticos» y la promoción de un canje de petróleo por alimentos, medicinas y servicios.

Al comentar los resultados de la visita de Maduro a Rusia, el portavoz del Kremlin se limitó a señalar que los líderes de Rusia y Venezuela abordaron la cooperación militar entre sus países, pero no trataron el tema de los créditos concedidos a Caracas, que ascienden a miles de millones de dólares.

Rusia y Venezuela han suscrito en los últimos 18 años alrededor de 260 acuerdos de cooperación en materia minera, petrolera, económica, energética, alimentaria y militar.

De acuerdo con Putin, Moscú ha invertido unos 4.000 millones de dólares en la economía venezolana y el comercio entre ambas naciones continúa aumentando, lo que «es muy importante ante la situación muy difícil de Venezuela».