En un escándalo que llega a menos de 2o días del nuevo gobierno, el senador electo Flavio Bolsonaro, hijo mayor del presidente Jair Bolsonaro, está bajo investigación de la Fiscalía, que reveló que recibió en su cuentas bancarias dinero supuestamente entregado por sus propios empleados en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro.

Todo comenzó con una auditoría de rutina del Consejo de Control de las Actividades Financieras (COAF), que descubrió movimientos atípicos por más de un millón de reales en una cuenta bancaria de un ex chofer de Flávio Bolsonaro y amigo personal del presidente, Fabricio Quiroz,  y un depósito de 24 mil reales realizado por ese empleado en la cuenta de la primera dama, Michelle Bolsonaro. Quieroz habría movilizado 400.000 dólares en un año sin ninguna justificación. 

Esa investigación abrió el camino cuando una serie de movimientos en la cuenta del senador electo e hijo del presidente lamaron la atención de los investigadores. En apenas un mes, el joven Bolsonaro recibió 48 depósitos de dos mil reales cada uno, totalizando unos 96 mil reales, todos en el mismo cajero automático, ubicado en el edificio de la Legislatura provincial de Río de Janeiro, donde era diputado. Los diez primeros depósitos fueron hechos en un intervalo de cinco minutos, uno tras otro, todos en efectivo, y la misma operatoria se repitió en cinco oportunidades.

Al respecto, Flavio Bolsonaro, afirmó que los depósitos fraccionados de dinero apuntados como «sospechosos» por el organismo anti-lavado corresponden a la compra y venta de un apartamento realizada de manera transparente. 

Pero, según informó el diario O Estado de Sao Paulo, el dinero recibido en cajero automático por depositantes anónimos indicaría lavado de dinero.

En un día de 2017, recibió 10 depósitos en tres minutos desde los cajeros automáticos de la Asamblea Legislativa de Río, sin que se ese dinero haya sido justificado ante las autoridades fiscales.

Antes de conocerse los movimientos sospechosos del hijo mayor de Bolsonaro como diputado estadual de la Asamblea Legislativa de Río, un juez de la corte, Luiz Fux, decidió, a pedido de la familia presidencial, suspender la investigación.

La fiscalía de Rio de Janeiro pidió ampliar a los órganos de inteligencia financiera el foco contra el hijo de Bolsonaro.

En las redes sociales, los seguidores del presidente famoso por reivindicar a la dictadura militar y la tortura, vencedor de los comicios de octubre, pedían explicaciones a Flavio Bolsonaro.

«No tengo nada que esconder», dijo sin dar detalles Flavio Bolsonaro a la TV Record, propiedad de la Iglesia Universal, que respalda abiertamente al gobierno y compite con la gigante Globo.

Lo cierto es que el gobierno asumido el 1 de enero, comandado por un presidente que siempre fue un diputado del llamado «bajo clero», se encuentra bajo fuego sobre el tema por el que hizo campaña contra el opositor Partido de los Trabajadores, del detenido ex presidente Luiz Inácio Lula da silva

El candidato presidencial derrotado de PT, Fernando Haddad, dijo por Twitter frente al escándalo: «El nudo de este asunto es investigar cómo un diputado (Jair Bolsonaro) que nunca aprobó un proyecto tiene un patrimonio inmobiliario de 15 millones de reales (unos 5 millones de dólares)». Haddad preguntó además cuál sería la función real de sus asesores.

Es que la investigación de la fiscalía de Río también apuntó a la hija del ex chofer Queiroz: ella era asesora parlamentaria del actual presidente en Brasilia, pero durante sus dos años de contratación trabajaba en Rio de Janeiro como personal trainner de famosos, entre ellos la actriz Bruna Marquezine, novia del astro Neymar.

«Después del escándalo del clan Bolsonaro, el juez Moro debe estar preguntándose si hizo bien en aceptar el cargo en este gobierno», cuestionó el gobernador del estado de Maranhao, otro ex juez, Flavio Dino, pero del opositor Partido Comunista do Brasil (PCdoB).

«Ese dinero es mío»

«Ese dinero es mío, depositado en mi propia cuenta (…) No hay ningún misterio, está todo declarado, justificado. Si fuese algo ilícito, ¿creen que lo depositaría en mi cuenta? No hay dinero ilícito en mis manos», se defendió el senador Flavio Bolsonaro en una entrevista emitida por la TV Record el domingo por la noche.

El  Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF) detectó 48 depósitos de 2.000 reales cada uno, realizados en su cuenta bancaria entre junio y julio de 2017, por un valor total de 96.000 reales (USD 30.000 al tipo de cambio promedio de ese año). Los 48 depósitos fueron hechos en cinco días y con pocos minutos de diferencia, en un cajero automático de la Asamblea del Estado de Rio de Janeiro (Alerj), donde Flavio Bolsonaro era legislador.

Blandiendo documentos que promete presentar ante «las autoridades competentes», el primogénito de los Bolsonaro afirmó a la TV que el pago del título bancario de la Caixa Económica Federal equivalente a un millón de reales, también apuntado por el Coaf, corresponde a la compra de ese mismo apartamento.
«No tengo nada que esconder», zanjó el futuro senador, que asume su cargo en Brasilia el 1 de febrero y se dice víctima de una «persecución».

Las cuentas del chofer

Los documentos del Coaf surgieron a partir de una investigación del Ministerio Público de Rio de Janeiro (MPRJ) que busca desentramar un esquema de retención de salarios de funcionaros en la Alerj.

El MPRJ detectó movimientos atípicos en la cuenta de Fabricio Queiroz, un exfuncionario de Flavio Bolsonaro en su despacho de la Alerj.

El caso fue revelado en diciembre por el periódico Estadao, que dio a conocer un movimiento de 1,2 millones de reales (400.000 dólares) en las cuentas de Queiroz, una suma incompatible con sus ingresos como chófer.

Uno de los movimientos es un depósito de 24.000 reales en la cuenta de Michelle Bolsonaro, esposa del presidente electo.

El diario O Globo afirmó este domingo haber obtenido nuevas informaciones que revelan un movimiento de hasta 7 millones de reales (1,8 millones de dólares) en tres años.

Hasta ahora, Queiroz no ha prestado explicaciones a la fiscalía de Rio alegando problemas de salud.