El Gobierno italiano que encabeza Giorgia Meloni ampliará subsidios y beneficios a las empresas que contraten detenidos con el objetivo de reducir las tasas de reincidencia y mejorar la formación de las personas privadas de libertad.

«Nuestro objetivo es ampliar la gama de oportunidades que existen para ONG’s y llevarlas a empresas privadas, porque más trabajo en la cárcel significa menos criminalidad», anunció el viceministro de Justicia, Andrea Ostellari, en una entrevista con el diario Il Messaggero publicada este lunes.

«Hasta ahora son pocas las empresas que han llevado trabajo a las prisiones, aunque con resultados satisfactorios. En cambio, nuestro objetivo es hacer que invertir en este sentido sea aún más fácil, con menos burocracia e incentivos fiscales y de seguridad social similares a los que se brindan a las cooperativas sociales», detalló Ostellari antes de explicar que en los próximos días el Gobierno definirá los «detalles» del plan para ampliar los beneficios ya existentes.

El viceministro de Justicia argumentó que «las estadísticas demuestran que en seis de cada diez casos, cualquiera que esté hoy en un centro penitenciario ya ha estado allí al menos una vez, mientras que aquellos que se unen a un programa de recuperación que incluye trabajo durante la detención tienen solo un 2 por ciento de posibilidades de comenzar a cometer delitos nuevamente una vez que estén fuera».

La ampliación de subsidios para aumentar el empleo en las cárceles es, para Ostellari, «un beneficio para el detenido, para la empresa que lo contrata y también para el Estado, porque si los que se van no vuelven a delinquir, se genera un ahorro en el frente de seguridad».