El jefe del Gobierno de Cataluña, Quim Torra, propuso hoy un nuevo referéndum de autodeterminación sin acuerdo con el Ejecutivo español, en una escalada de la crisis desatada por el estallido de protestas violentas por las condenas a prisión de líderes del fallido proceso de secesión de 2017.

«Si por poner las urnas nos condenan a 100 años de cárcel, la respuesta es clara: habrá que volver a poner las urnas para la autodeterminación», desafió Torra en un discurso ante el Parlamento regional en el que volvió a criticar la sentencia condenatoria difundida el Tribunal Supremo español. Desde la oposición, tanto el partido liberal Ciudadanos, los socialistas, como el partido En Comun-Podem exigieron a Torra que renuncie.

El jefe del Gobierno catalán lanzó la propuesta de un nuevo referéndum sin contar con el apoyo de sus socios de gobierno de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), confirmaron fuentes del partido del ex vicepresidente Oriol Junqueras, condenado a 13 años de cárcel por su papel en el intento de secesión de hace dos años.

En el inicio de su discurso, Torra aseguró que el fallo del máximo tribunal de España es «el golpe a la democracia más grande que se ha producido desde 1978» y «una vergüenza inaguantable», de ahí que es necesario «dar un paso adelante y decir basta».

“Si nuestros compañeros se han declarado culpables, yo también lo soy. He decidido autoinculparme. Soy también autor de este falso delito que se les ha imputado», dijo, en un tono épico al defender a los políticos y líderes sociales independentista que hace dos años intentaron sin éxito llevar a Cataluña a la secesión mediante un referéndum de autodeterminación celebrado sin acuerdo con el Ejecutivo español.

Torra propuso incidir en la unilateralidad: «Que esta legislatura se acabe volviendo a ejercer el derecho de autodeterminación. Se trata de conseguirlo, no solo de intentarlo».

«Lo volveremos hacer», fue otro de las consignas que lanzó desde el Parlamento regional, con lo que repitió uno de los lemas que el movimiento independentista defiende en las calles en referencia al referéndum del 1 de octubre de 2017, que se llevó cabo a pesar de una prohibición judicial.

«Ningún tribunal impedirá seguir impulsando a este presidente iniciativas sobre el derecho a la autodeterminación», dijo el jefe del Gobierno catalán en desafío al Tribunal Constitucional, que el miércoles lo instó a no seguir promoviendo medidas a favor de la secesión.

Torra volvió a animar las «manifestaciones pacíficas» contra la sentencia y a condenar los disturbios protagonizados por jóvenes que participan en las protestas independentistas durante las últimas dos noches, a quienes calificó de «alborotadores» a los que «hay que aislar». También pidió que se investigue a los agentes antidisturbios que actuaron para contener a los manifestantes.

La líder de Ciudadanos, Lorena Roldán, sostuvo que su partido no va a «permitir que gente decente tenga miedo por su tsunami violento». «En vez de parar, usted agradeció a los comandos su trabajo», le dijo a Torra.

En tanto, el líder socialista catalán Miquel Iceta recriminó al jefe del Gobierno regional que haya vuelto a proponer «errores del pasado» como la «unilateralidad» del referéndum. «En sus manos, el autogobierno vuelve a estar en riesgo. Dimita, convoque elecciones», pidió Iceta a un Torra que aparece cada vez más aislado.

Reacción del gobierno español

Desde hace dos días grupos violentos están protagonizando enfrentamientos con la policía al término de las grandes manifestaciones que se llevan a cabo para exigir la «libertad» de los líderes secesionistas condenados el fin de semana pasado con penas de hasta 13 años de prisión por el fallido intento de secesión de 2017.

Marlaska hizo un balance de las actuaciones policiales e informó que «se produjeron 46 detenciones» en los últimos dos días, a los que se suman 97 en total desde el lunes» en las protestas en Cataluña.

«Cuatro de los detenidos ingresaron en prisión provisional tras resolución judicial, acusado de presuntos delitos de desórdenes públicos -penados con entre uno y seis años de cárcel (en el caso más agravado), y de atentado contra agentes de la autoridad», precisó el máximo responsable de seguridad de España.

«Hay 194 agentes heridos entre Mossos y Policía Nacional. Además se produjeron 250 incendios y 190 contenedores han sido quemados», precisó.

Por otro lado, el ministro rechazó que los autores de los disturbios sean «infiltrados», como sugirió anoche el presidente catalán, Quim Torra, y por el contrario afirmó que son personas «relacionadas con el movimiento independentista que pretenden perturbar la convivencia y alterar el orden público con fines supuestamente políticos».

«Son grupos minoritarios, pero está muy organizados», subrayó Marlaska, quien investiga los apoyos que puedan tener estos grupos, que presuntamente están vinculados a los llamados Comités de Defensa Democrático (CDR) y una nueva plataforma conocida como Tsunami Democrático.