Tras sufrir un nuevo revés ayer en el Parlamento, el gobierno del primer ministro Boris Johnson ratificó hoy que, pese a haber pedido una prórroga anoche a la Unión Europea (UE) para el Brexit, como exigía una ley británica, aún está «determinado» a abandonar el bloque el 31 de octubre próximo.

«Sabemos que la UE quiere que nos marchemos, sabemos que tenemos un acuerdo que nos permite marcharnos. Nos vamos a marchar el 31 de octubre. Tenemos los medios y la capacidad para hacerlo», aseguró el número dos del gobierno, Michael Gove, apenas horas después de que el Ejecutivo británico enviara una carta formal pero sin firma de Johnson a la UE pidiendo la prórroga.

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«La determinación del primer ministro es total y yo le apoyo en esto, nos tenemos que marchar el 31 de octubre», agregó el funcionario designado para para preparar una posible salida de la UE sin acuerdo, según la agencia de noticias EFE.

En los últimos días, el gobierno de Johnson consiguió llegar a un nuevo acuerdo con los países miembros de la UE para definir cómo debería ser la salida del Reino Unido, para evitar desabastecimientos y problemas en las últimas nuevas fronteras.

Johnson y la UE aceptaron cambiaron la llamada salvaguarda irlandesa que frenó el acuerdo firmado por el gobierno británico anterior y que establecía una suerte de excepción para la región de Irlanda del Norte y abría la posibilidad a que el mercado común se mantuviera de manera indefinida, lo que dificultaría la firma de tratados comerciales bilaterales.

El nuevo acuerdo establece un sistema en el que las aduanas estarían entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte y crearía en esta última región un régimen impositivo especial para que los productos de la UE no paguen aranceles o un IVA extra.

Este sistema fue inmediatamente criticado por los aliados norirlandeses de Johnson y por todo el arco opositor porque, no solo crearían importantes diferencias entre Irlanda del Norte y el resto del país, sino que además podría generar un escenario muy propicio para el contrabando.

Por estas razones, Johnson no consiguió que el Parlamento votará el nuevo acuerdo con la UE ayer y evitara que se activara la ley que lo obliga a pedir una prórroga a Bruselas si no hay un acuerdo de Brexit aprobado el 19 de octubre.

El premier cumplió finalmente con esta ley y pidió una prórroga para enero del año que viene, pero acto seguido envió otra comunicación oficia -ésta sí firmada por él- a las autoridades de la UE para ratificar que no desea retrasar más la salida del bloque regional y está determinado a hacerlo el 31 de octubre próximo.

Gove se mostró convencido de que el gobierno logrará que el Parlamento británico vote en los próximos días el acuerdo del Brexit y estimó que tiene los votos, pese a que sus aliados norirlandeses sostienen que no apoyaran el texto.

En tanto, la UE tiene que decidir si otorga la prórroga pedida por el gobierno británico -la tercera- o si escucha al primer ministro y mantiene la fecha de finales de mes.