La líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, encabezó hoy un congreso partidario en el que se resolvió expulsar a su padre Jean-Marie Le Pen, fundador e histórico dirigente del frente, así como renombrar la fuerza de ultraderecha gala.

El XVI Congreso del FN, que reunió hoy a más de 1.500 afiliados en la ciudad de Lille, en el norte de Francia, puso fin a meses de disputa partidaria entre el antiguo líder ultraderechista y su heredera Marine, que fue reelecta como presidenta del Frente Nacional.

Hace sólo un mes, el Tribunal de Apelación de Versalles confirmó la legalidad de la exclusión de Jean-Marie Le Pen, pero a la vez mantuvo su estatus de presidente de honor.

El FN ya había excluido como militante a Le Pen padre, de 89 años, en 2015, por su reiterado negacionismo del Holocausto, pero sucesivas decisiones judiciales habían impedido hasta ahora arrebatarle el cargo de presidente honorario, que hoy, producto de la reforma del estatuto de la fuerza, fue eliminado.

Además, la ultraderecha francesa lanzó hoy una publicitada operación de cambio de nombre.

Los afiliados refrendarán ahora -según es ampliamente esperado- en una consulta interna el nuevo nombre de Agrupación Nacional propuesto por Le Pen en el XVI Congreso de su partido, que giró en torno a la redenominación de una formación que, sin embargo, ideológicamente no se movió un ápice.

Uno de los vicepresidentes del partido, Jean-François Jalkh, anunció hoy que los cerca de 1.500 afiliados presentes aprobaron con 79,7% de los votos los nuevos estatutos, mientras que 20,2% se expresó en contra.

Al mismo tiempo, Marine Le Pen fue reelegida presidenta del Frente Nacional para un tercer mandato con el 100% de los votos emitidos en las semanas anteriores en una elección por correo.

En la nominación del nuevo Consejo Nacional del Frente (el «parlamento» del partido), el más votado fue Louis Aliot, vicepresidente de la formación y pareja de Le Pen, seguido por el secretario general, Steeve Briois, y el también vicepresidente y figura del sector tradicionalista Nicolas Bay.

Marine Le Pen, que dirige el FN desde 2011, anunciará esta tarde el nuevo nombre que propondrá para el partido, con la intención de alejarse del «estigma» que arrastra por sus posiciones xenófobas, racistas y negacionistas.

Cuando se conoció la intención de cambiarle el nombre, Jean-Marie Le Pen lo consideró «una verdadera traición a los militantes y a los electores» que lo han apoyado desde hace 45 años.

Asimismo, el desbancado líder se quejó del «ensañamiento» de su hija para suprimir el cargo de presidente de honor, que por entonces ostentaba, y modificar la denominación de la formación, que, a su parecer, tiene «un carácter patológico».