El primer panel del Foro de Seguridad de Aspen, al decir de algunos analistas internacionales, fue solamente “una charla con el director del FBI, Christopher Wray. Y nadie puede acusarlo –agregaron – de ser mano blanda con Rusia ni de respaldar al presidente Donald Trump, pero en esta ocasión solo jugó el papel de atacar a China”.

El director de la famosa Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos, señaló también que creía “que China, desde un punto de vista de contrainteligencia, de muchas maneras representa la amenaza más amplia, más peligrosa y más significativa que enfrentamos como país. Digo esto porque, para ellos, es un esfuerzo de todo el Estado».

«Se trata de espionaje económico así como del espionaje tradicional, se trata de recopiladores no tradicionales así como de operativos de inteligencia tradicionales. Se trata de recursos humanos así como de medios cibernéticos. Tenemos investigaciones de espionaje económico en todos los estados, en todos los 50 estados, que se trazan hasta China. El volumen de esto, lo generalizado de esto, la importancia de esto, es algo que yo creo que este país no puede subestimar”, sintetizó.

Pide que se los alerte

Wray informó que el FBI ha establecido una “asociación pública-privada” mediante la cual se han organizado a varias compañías y universidades de Estados Unidos para que le alerten sobre las “amenazas que vean” de las actividades chinas.

En especial, el FBI está vigilando todas las actividades chinas relacionadas con la tecnología avanzada y la ciencia, precisamente las áreas en las que es más urgente la cooperación entre Estados Unidos y China.

Posteriormente, el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, coincidió plenamente con Wray sobre China, y se refirió a la Iniciativa de la Franja y la Ruta como un medio por el cual “se difunde su influencia”.

Dijo que se tiene que tomar la decisión sobre si China es un verdadero adversario o un competidor legítimo, pero que en cualquier caso, se tiene que trazar la línea para no permitir que se roben “nuestros secretos” ni que su gente entre “en nuestros laboratorios”.

Después de todo esto, el informe que sacó el subprocurador general, Rod Rosenstein, sobre el primer informe del Grupo Especial Ciber-Digital del Departamento de Justicia, que se enfoca en la movilización de todo el gobierno contra la “amenaza maligna de influencia extranjera”, quedó como cosa del pasado.