«El Fondo Monetario Internacional planea decirle a China que impulse el débil consumo interno, aborde su problemático sector inmobiliario y frene la deuda de los gobiernos locales, problemas que lastran el crecimiento chino y el mundial», dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

Georgieva señaló que los mensajes se transmitirán a las autoridades chinas en una próxima revisión del «Artículo IV» del FMI sobre las políticas económicas del gigante asiático.

“El Fondo instará enérgicamente a Pekín a que cambie su modelo de crecimiento y lo aleje de la inversión en infraestructuras y el sector inmobiliario, impulsados por la deuda”, señaló la jefa del organismo.

«Nuestro consejo a China es que utilice su espacio político de forma que le ayude a cambiar su modelo de crecimiento hacia un mayor consumo interno, porque la forma tradicional de infraestructura, inyectando más dinero, en este entorno actual no va a ser productiva», expresó Georgieva.

«El envejecimiento de la población y la caída de la productividad de China estaban desempeñando un papel supresor de su tasa de crecimiento, junto con empresas de Estados Unidos y Europa que alejaban sus cadenas de suministro del gigante asiático. Los problemas en el sector inmobiliario también han provocado que los consumidores contengan su gasto», afirmó.

«De hecho, proyectamos que sin reformas estructurales, el crecimiento a mediano plazo en China puede caer por debajo del 4%», advirtió.

El FMI pronosticó en julio que la tasa de crecimiento de China para 2023 sería del 5,2% y del 4,5% en 2024, pero advirtió que podría ser menor dada la contracción del sector inmobiliario.

Georgieva también sostuvo que era importante que China abordara la confianza de los consumidores en su sector inmobiliario, financiando la finalización de departamentos que los compradores ya han pagado, en lugar de rescatar a promotores en problemas.