La novia del autor de la masacre de Las Vegas llegó hoy a Estados Unidos después de estar dos semanas en Asia y fue interrogada por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), a tres días del peor tiroteo masivo de la historia de Estados Unidos y en medio de una total incertidumbre sobre la motivación detrás del ataque.

Marilou Danley, una filipina de 62 años con ciudadanía australiana que hacía años vivía con Stephen Paddock en una casa de dos habitaciones en un coqueto barrio cerrado para jubilados en una pequeña localidad de Nevada, había sido declarada por el FBI como «una persona de interés» en su investigación, marcada hasta ahora por la incertidumbre y la falta de respuestas.

Danley había llegado a Manila, la capital filipina, el 15 de septiembre pasado en un vuelo de Japan Airlines procedente de Tokio, según la vocera de la Oficina de Inmigración de Filipinas, Antonette Mangrobang, citada por la agencia de noticias EFE.

El gobierno filipino, por su parte, informó que estuvo en ese país durante dos semanas, con la excepción de un viaje corto, de ida y vuelta, a Hong Kong.

Ayer las autoridades filipinas revelaron que Paddock había transferido el mes pasado 100.000 dólares a una cuenta de ese país asiático, pero hoy aclararon que no han podido identificar quién recibió ese pago.

Sin certezas ni pistas claras, el vicedirector del FBI, Andrew McCabe, contó hoy en una conferencia en Boston sobre ciberseguridad que están trabajando a contrarreloj para «reconstruir la vida, la personalidad, los patrones de actividad del individuo y de todos los que se lo hayan cruzado en los días y semanas previos a este evento horrible».

Cuando le preguntaron qué llevó a Paddock a disparar cientos de balas contra una multitud, McCabe reconoció que aún no lo saben y destacó que su perfil no es el del típico atacante.

«Este individuo y este ataque no dejaron el tipo de huellas fácilmente accesibles que solemos encontrar después de un ataque masivo», agregó, según la cadena de noticias CNN.

Hasta ahora se sabe que Paddock era un jubilado de 64 años sin antecedentes penales ni una historia de violencia física. Era un asiduo apostador que ganaba y perdía decenas de miles de dólares en las máquinas de póker de Las Vegas, había trabajado como contador, en el Servicio de Impuestos del Estado, como contratista de logística para el Departamento de Defensa y había ganado mucho dinero como inversor de proyectos inmobiliarios multimillonarios.

Su familia no lo recuerda como un fanático de las armas, pero el domingo pasado a la noche, cuando se suicidó después de matar a 59 personas y dejar más de 500 heridos, la Policía encontró 23 armas en su habitación de hotel, 19 más en la casa en la que vivía con Danley y otras 7 en otra propiedad que tenía en la ciudad de Reno.

Hoy un oficial de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosiones en Washington, Jill Snyder, informó que Paddock compra armas desde 1982 y sólo en el último año había adquirido 33.

El sheriff del condado, Joseph Lombardo, una de las personas que participa de la investigación, destacó que, pese a que aún no se conocen las motivaciones de Paddock, sí parece claro que fue algo premeditado.

«El hecho de que tenía un tipo y una cantidad de armas en su habitación, indica que fue algo extensamente premeditado. Estoy bastante seguro de que evaluó todo lo que hizo, lo que es preocupante», sentenció hoy ante la prensa Lombardo.

Las hermanas de Danley que viven en Australia contaron en una entrevista con un canal de televisión local que la novia de Paddock seguramente no sabía de sus sangrientos planes.

Las dos mujeres, que sólo hablaron si se les esfumaba la cara y se evitaba dar sus nombres, calificaron a su hermana como «una buena persona y dieron a entender que Paddock eligió la noche del domingo para cometer la masacre porque ella no estaba con él para detenerlo.

Lo cierto es que nadie en Estados Unidos parece saber por qué este jubilado de 64 años sin antecedentes penales decidió convertirse en el autor del peor tiroteo masivo de la historia de su país.

La incertidumbre es tal que cientos de versiones y datos sueltos circulan por estas horas en los medios estadounidenses, como por ejemplo, que Paddock compró en junio pasado 50 pastillas de una droga para controlar la ansiedad, que según algunos médicos, puede generar comportamientos agresivos.